Entramos en el bar. Intentamos actuar de
manera natural pero todas queremos ver cómo reacciona Dylan al ver a Rocío.
Soy la primera en bajar. Louis y Liam están
distribuidos por el bar, con delantales y bandejas. No hay tanta gente como el
sábado pero si hay clientela.
Saludo con la mano a Liam que está dejando
un vaso en una mesa cercana a la nuestra. Me devuelve el saludo, con las cejas
nos invita a que todas nos acerquemos a la barra.
Le hacemos caso.
Louis está en una mesa dejando los pedidos,
los demás han desaparecido.
-Hola.-saludo a Liam cuando llega a la
barra- Hay muchísima gente…
-Si.-suspira.
Da la vuelta y se coloca delante de
nosotras. Por detrás de la barra.
-¿Dónde están los demás? –pregunta Silvia
mientras observa el bar.
Veo como rápidamente, Liam saca de la barra
dos vasos, y comienza a limpiarlos.
-A dentro, están cocinando.-sigue sacándole
brillo al vaso.
-¿De verdad?-Laura, atónita, intenta mirar
a través de la cortina.
Liam se ríe.
-Sí. Aunque no lo sepáis sabemos cocinar.
Nos lo ha dicho con un tono de superioridad
que nos ha hecho mirarnos entre nosotras.
-Bueno, bueno. No se enfade señor
cocinero.-mientras Mayka lo dice sube las manos como dejando ver que es
inocente.
Zayn sale de la cocina, con un delantal
negro que le ocupa desde su tronco hasta las rodillas. Lleva entre las manos
dos platos. Uno con una hamburguesa y el otro con una pizza que no llego a
adivinar de qué es.
-Hola chicas.-nos saluda- Liam aquí
tienes.-coloca los dos platos sobre la mesa- mesas cuatro y…-ojea un papel-
seis.
Liam asiente, coloca el vaso sobre la barra
y con los dos platos sale de detrás de esta. En vez de entrar, Zayn coloca los
brazos en la barra y se deja caer en esta.
-Hoy tenemos trabajo.-nos confirma.
-¿De verdad? No me había dado cuenta.-dice
Rocío con ironía.
Zayn se ríe.
-¿Podríais ayudarnos? Solo si queréis.
-Por mi.-contesta Andrea mientras se quita
la chaqueta- Dime donde colocar mis cosas y os ayudo.
Zayn se ríe.
-¿Alguna se apunta?-pregunta Andrea.
Rocío comienza a quitarse el abrigo.
-Yo.-canta.
-Yo me uno.-Mayka se levanta y deja su chaqueta sobre la de
Andrea.
Silvia también se quita el abrigo. Las
cuatro siguen a Zayn que les va a enseñar donde dejar sus cosas. Entran en la
cocina y los pierdo de vista.
-Yo no quiero ayudar.-le digo a Laura
mientras apoyo mi cabeza en la barra.
-Yo tampoco. Estoy muy cansada.-se tira
sobre mi espalda.
Comenzamos a reírnos.
-Somos unas vagas, ¿lo sabes? –me pregunta
Laura.
Asiento con la cabeza.
-¿No vais a ayudarnos? –nos pregunta Dylan.
Este acaba de salir de la cocina con dos
platos. Esta sonriendo, seguro que porque ha visto a Rocío.
-No.-digo de manera rotunda.
-Pues te quedas sin helado.-me “regaña”.
Levanto la cabeza y lo miro con los ojos
casi achinados.
-Ni que fuera una niña pequeña.-me quejo.
-Es de galleta.-puntualiza mientras
desaparece por las cortinas.
Laura y yo nos miramos, y riéndonos y como
niñas pequeñas salimos corriendo hacia la cocina.
Por el camino nos quitamos las chaquetas.
Cuando entramos en la cocina, vemos a las
chicas con delantales y ya preparadas para comenzar a trabajar.
Niall que esta fregando los platos le tira
un poco de agua a Silvia que se encuentra a su lado secando los cubiertos.
Esta le pincha suavemente con el tenedor en
el brazo.
Louis coge dos platos y comienza a andar
hacia la salida. Andrea y Mayka se encuentran junto a Zayn al lado de los
fogones y Dylan y Rocío simplemente se están saludando mientras echan especias
a una especie de sopa.
-¿Qué podemos hacer? –pregunta Laura.
-Podríais ayudar a Liam y Louis siendo
camareras.-dice Harry mientras se asoma por la puerta de un armario.
-Tonto, ¿Qué haces ahí?-le pregunta Laura
riéndose.
El no responde. Se coloca el dedo índice
sobre los labios y, mientras nos fulmina con la mirada, cierra la puerta.
Laura mira alrededor de la cocina. Y sale
corriendo. Tardo en darme cuenta de que ha encontrado las taquillas.
Estas son azules, y hay pocas, pero las
suficientes como para dejar nuestros abrigos.
Colocamos nuestros abrigos sobre los de las
chicas. Y salimos a fuera ya que, dentro, nadie nos hace caso.
Liam, con paso ligero se acerca a la barra.
-Tomad, -nos entrega un papel- mesas ocho y
tres, -señala los diferentes pedidos- si podéis dárselos a Dylan, él se
encargará.
Laura coge el papel y entra, me quedo
mirando a Liam, parece agotado.
-¿Liam cómo podemos ayudar?-le pregunto
mientras observo las mesas.
A Liam, que estaba apoyado de mala gana en
la barra, se le ilumina la cara.
-Coged dos delantales de ese cajón.-alarga
el brazo, señalando un cajón que se encuentra a dos pasos de mi- Hay delantales
suficientes.
Asiento mas energéticamente de lo que
debería de haber hecho.
No tengo que agacharme para abrir el cajón,
este se encuentra por la altura de mis caderas. Cojo dos delantales y lo
cierro.
Me coloco el delantal negro, (no había otro
color), doblando la parte que se coloca sobre el pecho y poniéndomelo solo
sobre los pantalones.
Cuando Laura sale, le entrego el suyo y se
lo coloca de la misma manera.
Harry sale con un par de bandejas.
Louis y Liam se encuentran esparcidos por
el local, entregando pedidos.
-Chicas, mesas tres y cinco.
Nos entrega una bandeja a cada una.
-Al final te han pillado, ¿no? –le pregunta
Laura riéndose.
-Pues si.-Harry chasquea la lengua- pero he
de admitir que había conseguido llevar demasiado tiempo escondido.-se ríe, y
nosotras le seguimos.
Miro mi bandeja, solo llevo bebidas. Cuando
miro el borde de esta observo que cuelga
un papelito.
Lo miro.
Mesa nº5.
Pues a buscar la mesa.
-Harry, ¿Cuál es la mesa cinco? –pregunto
interrumpiendo a Laura que estaba hablando con él.
Me disculpo con una mirada.
-Esa.-señala una casi al lado del
escenario.
-Vale.
Dejo a Harry y a Laura hablando.
Aguanto la bandeja contra mi pecho para que
los cuatro vasos no caigan. Esquivo a una joven que va en dirección contraria,
y más tarde debo esquivar a un señor que se saluda con otro.
Por fin llego a la mesa.
Tres chicas y un chico observan el
escenario. Seguramente estarán observando los recortes que lo adornan.
-Disculpen.-ladeo un poco la cabeza para
verles las caras- ¿Podrían hacer sitio en la mesa?
Las chicas me sonríen y con cuidado quitan
los móviles y bolsos de esta.
Con cuidado dejo los vasos sobre la mesa.
No espero a saber de quién es cada vaso.
Cuando he colocado todos me voy.
Laura ya tiene otra bandeja. Y a mí me
espera otra sobre la barra.
Esta tarde nos vamos a mover.
***
Unos cuarenta minutos después de que llegáramos
entra por la puerta Lou. Viene con un hombre agarrado de su mano.
El hombre parece desconcertado al vernos a
Laura y a mi entregar pedidos. Pero Lou no ve su cara.
Estoy al lado de la barra, me acaban de dar
otra bandeja, así que me apresuro a entregarla.
Me acerco a la mesa. Una pareja cincuentona
observa el bar con una pizca de añoranza en los ojos.
-Tomen.-les entrego las patatas y las
tortitas que han pedido- Que aproveche.
Ambos me dan las gracias con una sonrisa,
para luego seguir observando todos los cuadros y recortes que adornan el bar.
El hombre que acompaña a Lou, tiene una
pequeña barba color marrón, el pelo lo lleva alborotado y no es más alto que
los chicos, bueno, puede que un par de centímetros.
Lou va vestida con un pantalón vaquero
claro, zapatillas y una gran sudadera gris. El hombre lleva una sudadera negra,
y los pantalones azul marino, un poco cagados.
Llego a la barra y, cuidadosamente, dejo la
bandeja sobre esta.
Louis ya más relajado, coge la bandeja.
-Gracias.-dice mientras la coge.
Lou está hablando con Liam y Dylan, que
están detrás de la barra.
Laura se encuentra al lado de Lou, parece
que le estaba diciendo algo hasta que, se da cuenta de que Louis ha cogido una
bandeja que, desde su perspectiva seguramente no ha visto quien se la ha
traído. Dobla un poco la cabeza y entonces me ve.
-Cristi.-por como lo dice me recuerda a mi
madre.
Se acerca a mí y me da dos besos en las
mejillas. Claro está, yo se los devuelvo. Su pelo rubio me tapa la vista,
porque quería ver cómo reaccionaba el hombre.
Admito que me parece muy raro.
-Hola Lou.-Intento decir con la misma
alegría que ella- ¿Cómo estás?
Al preguntarle no puedo evitar mirarle la
barriga.
-Bien. Ya queda menos.-se da la vuelta y
coge al hombre de la mano- Cristi este es Tom, mi marido.
Tom sonríe. Y tiende la mano. Le cojo la
mano, saludándonos como en una empresa.
-Encantado.-se me adelanta a decir.
Separamos nuestras manos y se me queda una
sensación muy rara.
No me gusta saludar así, prefiero saludar
como hacemos en España, con dos besos.
Pero, país nuevo, cultura nueva.
Lou se quita la enorme sudadera, lleva una
camiseta blanca que deja ver su enorme barriga. Parece orgullosa de ella. Tom
comienza a hablar con los chicos y Laura entra en la cocina.
No quiero quedarme aquí sola por lo que
entrare en la cocina para estar con las chicas.
Doy dos pasos, alejándome de la barra, pero
Lou se da la vuelta con ánimos de hablarme.
-¿Cómo están las demás? –pregunta mientras
bebe agua de un vaso que Louis le acaba de entregar.
-Bien. Están adentro ayudando a cocinar.
-¿Si? –Parece sorprendida- Voy a entrar.
Quiero acompañarla para ver como se lo
están pasando mis amigas pero, en ese instante Niall, por primera vez en toda
la tarde, me trae otra bandeja que debo entregar.
-Cristi, esta va para la mesa número
siete.-me señala una mesa que está cerca de las escaleras.
Me acerco con cuidado a la mesa.
El hombre del otro día, el que iba vestido
de negro, se encuentra sentado junto con una mujer. La mujer parece cincuentona
pero, una cincuentona bien cuidada, al igual que el hombre va vestida de negro.
Me recuerda a Alaska…
-Buenas tardes. -digo al llegar a la mesa.
-Hola.-dice de manera seca y cortante la
mujer.
Dejo con cuidado en café en la mesa, luego
comienzo a coger el vaso que parece whisky. Lo dejo en la mesa con el mismo
cuidado.
De repente el gran murmullo que había en el
bar cesa. Se escucha como han encendido el micrófono. Me doy la vuelta para ver
quién es el que va a hablar.
Es Tom.
-Hola chicos.-saluda a todos los del bar.
Toda la clientela parece conocerle ya que
se escuchan muchos saludos de fondo.
-Como todos los lunes, -sigue hablando-
haremos el concurso de ¿Quién responderá?
Hoy el tema será…
Hace una pausa para formar intriga. Se
comienzan a escuchar golpes a mi espalda. Todas las chicas, acompañadas de los
chicos están dando golpes en la barra. Simulando el redoble de un tambor.
-¡Queen! –termina anunciando Tom.
Todo el bar estalla en aplausos. Me vuelvo
y termino los pedidos de esa mesa dejando las patatas.
Miro mi reloj. Son las siete y media. Y me
voy a morir de agotamiento.
-¿Chicas puedo hablar con vosotras? –nos
pregunta a todas Lou cuando llego a la barra.
Tom ha comenzado el concurso.
Nos miramos y asentimos.
Lou se levanta y nos lleva a todas a la
cocina.
Los chicos se quedan descansando junto a la
barra con bebidas.
Hace calor en la cocina. Se nota que han
estado aquí metidos toda la tarde.
-Chicas, me han contado que habéis sido de
gran ayuda esta tarde.
Comienza a decir cuando aun nos estamos
colocando a su alrededor.
-Me gustaría preguntaros si…
Todas nos quedamos en silencio. Nos miramos
unas a otras, las chicas parecen cansadas.
-…Si os gustaría ayudarnos mas a menudo,
trabajando aquí.
Cuando termina de decirlo, mientras sonríe,
pone una mueca al ver nuestra reacción.
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