domingo, 30 de marzo de 2014

Capitulo 52


Hasta tres días desde que no le vemos. Y cuando aparece en el aparcamiento de la universidad todos corremos hacia él.
Son las tres y estábamos todos esperando a que Louis saliera de sus clases para ir a casa. Cuando de repente, miramos hacia el aparcamiento y Liam apareció.
Se ha afeitado y va como siempre, sonriente y carismático.
Los chicos son los primeros en llegar a él y darle palmadas en la espalda.
-¡Tío no vuelvas a hacer esto! –Zayn le da un golpecito para luego volver a abrazarle.
-¡Te hemos llamado y buscado! –Andrea y Laura lo abrazan a la vez.
Harry no le dice nada, tan solo le abraza.
Yo le sonrío y le miro enfadada.
-Nos asustaste, tonto.-le digo durante el abrazo.
Cuando me separo de él le veo sonriente.
-Mayka.-dice suavemente.
-Idiota.-le contesta esta.
Ambos se abrazan fuertemente y para cuando se separan Liam irradia felicidad.
-Lo siento chicos, pero quería hacer una locura y eso hice.
Nos miramos entre nosotros.
-¿Qué has hecho? –pregunta Harry asustado.
Liam busca algo en su bolsillo y saca un papel.
Todos nos quedamos atónitos.
***
-Estoy nervioso. Estoy nervioso. Estoy nervioso.-repite Harry en la cocina del santuario.
Tom llamo a Liam hace unos días, no podía ir a una quedada con uno de sus jefes y decidió que Liam fuera por él. El trabajo era que su empresa de fotografía se ocuparía de la sesión de fotos de las personas más influyentes de la revista MF (Music Famous).

Uno de los personajes a los que tuvo que fotografiar Gabriel, el otro fotógrafo compañero de Tom, fue a Simon Cowell.
Gabriel mientras preparaba las fotos escuchaba covers de los chicos en el radiocaset debido a que hace algunos meses antes de conocernos Tom junto con Lou decidieron hacer un CD casero para ellos. Parece ser que a Simon le parecieron buenos. Y Tom ha conseguido que hoy, con Gabriel de apoyo, venga a escucharles cantar.
-Harry relájate.-Rocío le da una palmadita en la espalda- Piensa que la que se tiene que ir ahora soy yo.-se ríe.
Consigue calmar un poco el ambiente pero todo sigue en silencio allí dentro.
Con una sonrisa en mi cara para animarles, saco los pedidos de un par de mesas.
Cuando los sirvo, me quedo junto con Andrea y Lux a fuera.
-¿Están bien? –me pregunta.
Niego con la cabeza.
-Están muy nerviosos.
Suspira.
Miramos a Gabriel y Simon que se encuentran sentados en una mesa alejada de la multitud observando el bar.
Mayka, que está en la barra con un par de vasos entra en la cocina, y al salir, los chicos la siguen.
-¿Veis bien que cantemos ya?-Niall se muerde las uñas mientras nos pregunta.
-Si claro.
Intento animarles con mi tono de voz, pero los pobres están demasiado nerviosos.
Mientras comienzan a salir de la barra, serios y sin una vista fija, les deseamos suerte.
Nos quedamos juntas mientras vemos como lo preparan todo.
A  Dylan se le resbala un micrófono produciendo un sonido demasiado agudo en la estancia.
-Lo siento.-dice por el micrófono.
Los clientes habituales se ríen despreocupados. Tienen la confianza para saber que no les molesta pero, sabemos que la disculpa no va para la clientela habitual.
Tardan en sentarse, y cuando Dylan y Niall comienzan a tocar la guitarra, Liam cierra los ojos y es cuando comienza a cantar.
Torn.
Como siempre, mientras cantan, el público escucha.
Procuro no mirar a Simon e intento animarles de alguna manera desde donde estoy.
Me imagino que si al hombre le da por mirar al público y ve a un par de personas que les guste a él también le gustará.
Muevo el pie al ritmo de la canción.
Lo están haciendo realmente bien y para mi sorpresa están mirando a todo el público. Es como si contactaran con ellos y crearan un mágico vínculo.
Antes de acabar la canción, una niña pequeña que se encuentra cenando con sus padres se acerca a nosotras.
-Hola.-saluda dulcemente.
Me creo que va a jugar con Lux por que la conoce y me quedo sorprendida cuando le pide a Silvia el papel para escribir una canción,
All about you de McFly.
Nunca les he escuchado cantar esa canción, pero al acercarse la pequeña a sus padres los reconozco. Son amigos de Lou, ella tiene el pelo rosado y una ropa chulísima, él se nota más normalito pero extrañamente parecen una pareja adorable.
Cuando terminan Torn, los chicos avisan que pueden dejar las peticiones al igual que la pequeña y comienzan a cantar la canción de McFly con la mirada de Simon sobre ellos.Mientras los clientes se van y los felicitan por el “recital” que hoy comenzaron a dar, nosotras comenzamos a barrer.



En el momento en el que casi no queda nadie en el bar, Gabriel y Simon se levantan y se acercan a los chicos.
Todas nos quedamos mirando el panorama.
Los chicos parecen adultos, se saludan educadamente y del mismo modo comienzan a hablar. Dejando demasiado a Simon dar su opinión.
Zayn y Louis nos miran.
Por su mirada nos pide que entremos a la cocina.
No decimos nada, lo que menos queremos es molestar.
Dejo la escoba apoyada en la barra y sigo a las demás.
En la cocina, fría y limpia ya que ya la limpiamos mientras iban acabando los pedidos, nos sentamos en el suelo.
-¿Cómo creeis que les ira? –dice Rocío mientras juega con Lux a chocar las palmas suavemente.
-No lo se, -Laura suspira y mira el suelo- ese hombre parece muy estricto.
Andrea se echa hacia tras, apoyándose en la pared.
-¡Auch, me he dado! –Se toca la cabeza.
De manera apenas audible comenzamos a reírnos.
Reírnos así me hace recordar cuando nos lo pasábamos bien en el colegio y no queríamos que los profesores nos echaran la bronca por no atender.
Por alguna extraña razón no paramos de reírnos, incluso Lux nos mira divertida.
Me levanto y voy hacia el armario donde se encuentran todos los bollitos y cosas dulces.
No hemos cenado, y espero que no nos llamen la atención por comer algo.
Cojo siete bollitos de chocolate y los llevo a la parte del suelo donde estamos sentadas.
Nos lo vamos pasando hasta tener uno cada una, Lux comienza a pegar pequeños bocados al dulce.
-Una para todas…-dice Laura mientras levanta su bollo.
-…Y todas a por la galleta.-decimos al unisono juntando nuestros bollos, algunos de ellos aun sin abrir.
Lux nos imita y une el suyo con los nuestros.
Comenzamos a reírnos.
-¿Recordáis cuando nuestro profe de Lengua nos pillo en el baño de primaria? –dice Silvia en un suspiro.
Nos miramos entre nosotras y nos reímos. Sabemos sobre que está hablando. Perfectamente.
Estábamos en los primeros cursos de secundaria, y como no nos gustaban nuestros baños fuimos a los de primaria pensando que nadie nos vería.
Pero no fue así.
Mientras estábamos adentro nuestro profesor de lengua se estaba paseando por los pasillos, decidimos quedarnos en silencio unos segundos, intentando que no nos pillara y salir victoriosas de allí. Pero cuando pensamos que ya se había ido, allí seguía.
Comenzó a llamarnos la atención, pero como teníamos urgencia de ir al recreo mientras nos reñía andábamos hacia las escaleras, hasta que nos vimos mirando hacia atrás para verle la cara al profesor.
Cuando este se calló, comenzamos a correr escaleras abajo mientras las risas acompañaban el ambiente.
-¿Por qué comenzamos a andar? A día de hoy aun no lo entiendo…-Mayka se ríe mientras nos mira.
-No sé. Tendríamos hambre.-contesta Rocío.
Seguimos con las risas.
-En realidad fue culpa de Cristi.-Laura me mira.
-¿Mía? –digo sorprendida.
-Es cierto.-Silvia la apoya.
Yo me quedo alucinada mientras las miro.
-¡Eso te pasa por tener un deposito tan pequeño! –me suelta Andrea.
Suelto una carcajada y acabo tirada en el suelo riendo mientras intento taparme la boca y no hacer ruido.
La cortina de la entrada se mueve.
Unos serios One Direction entran por ella.
Los veo al revés por lo que me coloco bien.
Las chicas y yo nos levantamos rápido. Lux se queda sentada aun con el bollo en la mano, Rocío la coge en brazos.
-¿Y? –Preguntamos entre todas.

La respiración es lo único que se escucha en la habitación y eso hace que me sienta como en un show de la televisión.

domingo, 2 de marzo de 2014

Capitulo 51


*Una semana más tarde*
-Tom no te preocupes.- le digo de manera rápida- Puedes contar con todos nosotros.
Una fuerte tormenta entrara en la ciudad estos días y hemos quedado en casa para pasarlas juntos.
Los informativos tienen previsto que llueva como en el diluvio de Noé, fuertes vientos empeoraran la situación y será difícil salir de casa.
-¿Podréis cuidar de ella? –me pregunta Tom a través del teléfono.
Lou ha cogido una gripe extraña, tiene síntomas raros y Tom va a llevarla al hospital, mientras nos quedaremos con Lux.
-Claro que si.-respondo convencida.
-Muchísimas gracias.
Él cuelga primero. Nos traerá a la pequeña lo antes posible, no quiere exponerla a más gérmenes.
Bloqueo el móvil y salgo de la cocina.
En el salón, todos sentados alrededor de la mesa y jugando al Monopoli me esperan.
-¿Qué ocurre? –pregunta Louis mientras entrelaza su mano derecha con la de Andrea.
-Lou está enferma, y Tom quiere dejarnos a Lux.-giro hacia mi derecha- Harry, mira tu móvil, dice que te llamó un par de veces antes que a mí.
Harry enarca las cejas y saca su móvil de la parte trasera del pantalón.
-Ni las escuché.-susurra.
-¿Cuántas son? –Liam juega con los falsos billetes mientras le mira.
-Tres. Veré la configuración.-comienza a tocar la pantalla del móvil.
Laura tira los dados.
-¡Siete!-dice ilusionada.
Se acerca a la figura del perrito y la mueve.
Estamos jugando por grupos.
Laura, Harry y yo somos el perro.
Andrea y Louis el coche.
Niall, Liam y Silvia el caballo.
Rocío, Mayka y Dylan una especie de cañón que a Rocío no le gustaba.
Como no tenemos sillas suficientes me coloco detrás de Laura, y me apoyo sobre su silla.
Mueve las dos últimas casillas y para.
-¿La compramos? –señala una “calle” rosa que completaría nuestra “colección”.
-Claro.-digo alegre.
Preparamos el dinero y ella paga a la banca. Zayn.
-No me robes en.-dice antes de darle el dinero.
Comenzamos a reírnos.
Miro por la ventana mientras el juego continua, esta nublado y oscuro.
Hoy nos lo pasaremos bien.
Los minutos pasan y el juego continúa.
A las seis y algo el timbre de casa suena, todos sabemos que es Tom.
Cuando Silvia se levanta y abre la puerta se ve que esta agotado. Se notan pequeñas ojeras bajo sus ojos. La pequeña se encuentra en un cochecito jugando con un peluche.
Saluda a Silvia con un abrazo.
-¿Cómo estás?- la escucho preguntar.
-Bien, cansado, pero bien.-sonríe mientras mete el carrito en la casa.
A la espalda de Tom se ven dos mochilas que por su color y tamaño serán de Lux.
-Chicos, muchísimas gracias.
-No hace falta que las des.-Niall se levanta y le da unas leves palmadas en la espalda.
-¿Y Lou? ¿Qué tal? –Dylan le mira preocupado.
-Está mejor que hace dos días, pero tiene demasiada fiebre y se encuentra demasiado mal. No quiero que Lux coja algo malo.
Laura se levanta y coge a la pequeña en brazos.
-¿Qué quieres hacer peque?
La niña sonríe y la mira.
-Ver una película.-dice de manera lenta y dulce.
Sonrío mientras la miro, es tan dulce.
-Claro que si.-Laura le da un dulce beso en la mejilla y se acerca a las estanterías cercanas a la televisión- ¿Cuál quieres?
Mientras ellas dos se quedan mirando las caratulas, los demás escuchamos algunos consejos de Tom sobre la pequeña.
-Suele dormirse pronto.-mira hacia el techo pensando más cosas- Suele comer cualquier comida, pero no le deis nada malo que os conozco mequetrefes.-señala a los chicos y todos reímos- Y por favor, cuidadla bien.
-Es como nuestra hermana no te preocupes.-dice Liam.
-La cuidaremos bien Tom, tu ahora preocúpate de Lou.-dice Zayn- Esperemos que se recupere pronto.
Tom nos agradece que le ayudemos y con prisas se va hacia el coche, donde Lou le espera.
Cuando se va nos quedamos unos segundos en silencio.
-¡Frozen! –dice Lux mientras aplaude.
Laura la mira.
-Pues nada, veremos Frozen.-sonríe.
La vemos preparar la película y decidimos dejar de jugar.
-Mañana viernes tengo que ir al conservatorio por la noche.-Rocío se echa sobre el hombro de Dylan.
-¿Y eso?
Andrea se levanta mientras recoge las cartas del juego.
-Debemos de dejar esto listo antes de que llegue el temporal de piezas…
Dylan le da un beso tierno en la frente.
Liam dobla el tablero mientras que Zayn junta los billetes y los guarda.
Mientras los demás comienzan a sentarse para ver Frozen cojo las mochilas de Lux y las llevo a mi habitación.
No sé donde dormirá la pequeña, es decir, ¿se caerá si duerme en una cama? Pero… somos demasiados, no habrá cama para una pequeña…
Me siento en mi cama, mirando al vacio unos segundos mientras pienso.
Nada se me ocurre.
Salgo de la habitación y descubro que algunos están viendo la película mientras que otros charlan en la mesa.
Me acerco a la mesa, donde Silvia, Rocío, Liam, Louis, Harry y Zayn conversan.
-Chicas, ¿recordáis si los señores Dudley tenían una cuna de repuesto?
Las chicas me miran raro y al mirar a los demás, me doy cuenta de que ellos también.
Suspiro.
-¿Sabéis si los vecinos del cuarto siguen teniendo una cuna para cuando sus nietos los visitaban?
Silvia se muerde el labio y Rocío pone una mueca.
-No.-dicen al unisono lo que hace que se rían.
Yo tampoco lo recuerdo, pero salgo de casa.
-Voy a comprobarlo.
Subo escalones hasta llegar a la casa de mis vecinos. Son con los únicos que hemos hablado, y todo por ayudarles a subir la compra algunas veces.
Toco un par de veces la puerta.
El señor Dudley, canoso y serio, me abre la puerta.
Le comento nuestro problema sin apenas ganas de entrar en detalles, entro en su humilde morada, donde su esposa está tejiendo algún tipo de prenda. Me deja una especie de cuna plegable, y tras advertirme que tenga cuidado, me voy.
Esta pesa un poco, pero me veo capaz de bajarla.
-¡Mirad! ¡Si la tenían! –digo arrastrando la cuna hacia el salón.

***
Reina el silencio en la casa.
Hace un rato comenzó a llover y las gotas resuenan en el salón.
Le deje mi cama a Liam, no quiero estar durmiendo rodeada de parejas, por lo que me decidí por dormir en el sofá.
Lux duerme en mi cuarto, cerca de Mayka.
Suspiro.
Hasta hace un rato tenia sueño, pero ahora a las cuatro de la mañana no me apetece dormir pero procuro fingir que lo hago.
Zayn a mi lado está dormido.
Me rio.
Ha tirado la manta al suelo y no sé como cabe en el sofá.
La cortina blanca que colocamos en la ventana del salón esta abierta. Las luces de la calle iluminan todo afuera y distingo como una cortina de agua cae con prisas hacia el suelo. Y aunque el sonido de las gotas me relaja no consigo dormirme…

[Narra Mayka]
Abro los ojos.
Me cuesta hacerlo debido a que quiero continuar descansando pero al recordar que a lo mejor Lux ha dicho o hecho algo, los abro con rapidez.
Liam, acostado en la cama de Cristi esta mirándome. Tiene los ojos llorosos debido al sueño. Al no haber cerrado la ventana, la tenue luz de la luna conjuntada con rápidas gotas de agua se reflejan en todo el cuarto, incluso en la cara de Liam, azulada en estos momentos.
-Hola.-susurro.
-Hola.
Su voz me pone nerviosa. Giro hacia la izquierda para comprobar que Rocío y Dylan siguen dormidos.
Dormimos en el cuarto de Rocío, Laura y Cristi. Es el más pequeño y en el cabía la cuna de Lux de manera más cómoda. En el otro cuarto era como jugar al Tretis.
-Siento haberte despertado Mayka.-dice en un tono inaudible.
Sonrío.
-No te preocupes.
Vuelvo a cerrar los ojos.
-Mayka.- me llama.
Los abro y levanto una ceja.
-¿Qué quieres Liam?
-¿Estas despierta?
Comienzo a reírme y debo ponerme junto la almohada para no hacer ruido.
-No, no lo estoy.
Me cuesta susurrar y más cuando me estoy riendo.
Liam ha comenzado a reírse también pero el está más relajado que yo.
-Mayka.
Le miro con pesadez y a la vez divertida.
-¿Saldrías conmigo? –me pregunta mientras se incorpora en la cama.
Miro a mi alrededor, todo sigue en silencio, y no sé a qué viene esta pregunta tan tarde.
-Liam, es tarde…
-Responde.-me corta dulcemente.
Suspiro.
-Ahora no…
-¿Qué es lo primero que te pide el cuerpo?-me pregunta nervioso.
Me quedo en silencio unos segundos, mirándole. Esta expectante y no aparta sus ojos de mi.
Sin pensar, digo lo primero que, como él dice, me pide el cuerpo.
-Que te vayas. Estoy incomoda Liam.
Y sin esperar lo que iba a hacer se va.
Un portazo en la entrada me lo confirma por ultimo.
Me hago la dormida.
-¿Qué ha sido eso? –escucho preguntar a Rocío.
-Nada, sería un trueno.-Dylan le besa.
Por el sonido de las sabanas, me imagino que la abraza y vuelven a dormirse.
Mientras un nudo en el estomago comienza a formarse. He sido una idiota…
Me abrazo a la almohada intentando que el dolor se vaya, pero este se queda ahí.

[Narra Cristina]
Pasos rápidos y sonoros retumban por todo el salón.
Cierro los ojos con rapidez y segundos más tarde un portazo me hace asustarme.
¿Quién ha salido? ¿Sabrá que son las cuatro de la mañana y no hay prisas aun?
En el sofá continuo al mío, Zayn salta.
-¿Qué ha sido eso? –le escucho preguntar mientras se incorpora.
-Ni idea.-respondo sentándome al igual que él.
Se pasa las manos por la cara y suspira.
-Vaya susto.-dice mirando al suelo.
Sus pelo esta despeinado y de punta, su barba de tres días le hace parecer más soñoliento de lo que esta.
Me quedo en silencio mirándole.
-¿Llevas mucho tiempo despierta? –me pregunta.
Alza la vista segundos después.
-Un poco…-respondo mientras sonríe.
-¿Ronco o algo? –abre los ojos esperando una respuesta afirmativa.
Niego con la cabeza y cojo aire.
Me acerco al móvil, encendido y demasiado luminoso en estos momentos.
Busco el mensaje que me ha quitado el sueño.
-Esto me lo ha quitado.-le enseño la pantalla.
-¿Qué pone? Ahora mismo poco puedo ver.
Sonrío dulcemente y bloqueo el móvil.
-Max me estaba preguntando si pasaría con el estas dos semanas que le quedan aquí…-miro el suelo- Y, se me ocurrió que me acompañara al baile de dentro de dos semanas.
No dejo de observar los pies de Zayn, abrigados por unos oscuros calcetines.
Nos quedamos en silencio.
-Zayn, perdóname.-alzo la vista- No quiero que nada cambie entre nosotros y sé que Max lo empeora todo.
Me descubro levantándome y poniéndome de cuclillas para quedar en frente de los ojos de Zayn. Intentando que mantenga su mirada fija en la mía.
-Le quedan solo dos semanas aquí, seguro que no vuelvo a verle. No quiero que el tiempo pase y saber que pude hacer algo por él. De verdad perdóname si te he hecho daño o algo, no es mi intención en ningún momento y…
Zayn coloca sus manos sobre mis hombros y, al igual que yo hice, intenta que nuestras miradas se mantengan fijas en los ojos del otro.
-Cristi, haz lo que quieras, no tiene que disculparte por nada. Y ahora, si no te importa, me voy a dormir.
El cosquilleo que había surgido en mi interior al notar sus ojos sobre mi se esfuma en cuanto gira y me da la espalda.
Me quedo allí quieta dos milésimas de segundo más y me voy hacia la cocina con la manta.
Misteriosamente, donde mas incomoda estoy es donde me quedo dormida y amanezco sentada con la espalda recta y dolorida y más fría que alguien que ha fallecido.
-¿Liam estás aquí? –me despierta Harry.
-¿Qué? –digo abriendo poco a poco los ojos.
Harry se asoma un poco más desde la entrada de la cocina.
-¿Qué haces ahí?
Bostezo.
-Seré sonámbula o algo…No tengo ni idea.-miento- ¿Qué pasa con Liam?
Me levanto con cuidado, y una punzada en la espalda me hace poner una mueca.
-No está.
-¿Se ha ido?
Harry me mira preocupado.
-Eso parece.
Miro a mi alrededor y veo la hora.
-Voy a ir a vestirme, seguro que lo vemos en la universidad.
Cuando paso al lado de Harry le señalo los cajones de la encimera.
-Ahí está todo lo del desayuno.
-Gracias.-desganado se acerca a estos.
En el salón no hay nadie, y paso hasta mi cuarto sin que un alma note mi presencia.
La puerta de mi habitación está cerrada por lo que llamo.
-¿Quién es? –Laura pregunta desde el otro lado.
-El coco.-respondo mientras abro-Voy a vestirme chicas.
-Aquí estamos todas, no te preocupes.-Silvia se coloca los pantalones cantarina.
Comienzo a reírme mientras esquivo a mis amigas de camino a mi armario.
Lux continúa dormida y abrazada a su peluche.
Por suerte al tener aquí diversos neceseres no necesitamos ir al baño a por el desodorante, colonia y diversos productos más.
Me visto lo más rápido que puedo. Tampoco es que tardes mucho en ponerte unos vaqueros, camiseta y botas, pero me gustaría vestir a Lux y me debo de dar prisa.
Me cojo una coleta y salgo de la habitación.
Entro en la cocina, donde Louis, Harry y Niall han comenzado a desayunar.
-¿Qué tal dormisteis? –pregunto después de saludarles.
Sus caras les delatan y está claro que han dormido perfectamente.
Me doy prisa en tomarme el cola-cao, y nada mas tomo. Corro hacia el baño, donde me lavo los dientes.
Escucho las risas de la cocina, donde todos están comiendo juntos.
No quiero ver a Zayn, entiendo que no le importe, pero podría haberlo adornado un poco. Pero bueno, mejor ser sincero que fingir.
Entro en mi cuarto, donde dulcemente despierto a Lux.
-Lux.-la llamo mientras le acaricio el brazo.
La pequeña abre los ojos lentamente, y me mira.
-¿Vamos a la guarde? –le pregunto sonriente.
Se sienta en la cuna y sonríe.
-No.-tartamudea- Parque.
-¿Al parque?
Alza los brazos y la cojo.
-Pero si hace frio.-le digo para quitarle las ganas.
La pequeña se encoje de hombros y ríe.
-¿Quieres ir al baño?
Asiente energéticamente, la dejo en el suelo y de la mano, la acompaño hasta el baño.
Después de eso, vamos a la cocina junto con los demás, para que desayune.
-Hola.-saludan todos alegres.
Lux mueve la mano en forma de saludo y corre a los brazos de Zayn, que se encuentra sentado con el café en la mesa.
-¿Qué quieres? –le pregunta dulcemente.
Los chicos, al decirles lo que quiere, comienzan a cantar y a hacer diversas cosas para entretenerla.
Me voy de allí.
En el cuarto, saco la mochila y veo la ropita que lleva.
Cojo un par de cosas y las dejo estiradas en la cama. Cuando ya ha ido con Andrea a lavarse los dientes, entre todas la vestimos y peinamos.
Cuando terminamos, nos repartimos.
Laura, Harry y Mayka van a dejarla en la guardería, mientras que los demás nos montamos en el coche para llegar a la segunda hora de la universidad.
Aguanto mi bandolera cerca de mí.
Vamos apretujados en el coche y Niall no es que se dé prisa en conducir.
El aire es frio pero Boulevard of Broken Dreams de Green Day suena en todo el coche.
Mientras entramos en la universidad y procuro no mirar a Zayn, busco a Liam con la mirada. Pero no lo encontramos.
-Jade.-le llamo cuando entro en la clase.
Se da elegantemente la vuelta y no dudo en abrazarle.
-¿Y esto? –dice extrañado.
-Necesitaba uno.-me limito a contestar- ¿Viste a Liam?
Se muerde el labio.
-No, ¿Por qué? ¿Qué paso?
-Esta mañana no estaba en casa. Y no sabemos a dónde ha podido ir.-miro el suelo.
-Es Liam, no os preocupéis. Aparecerá pronto.
Me quedo más aliviada pero realmente, ninguno sabemos cuándo volverá.