-Pero Andrea, Cristi doblad la cama.-grita
Silvia desde el otro lado de esta.
Hemos tenido la genial idea de dormir todos
juntos y para eso debemos de mover un par de camas hacia la habitación de
Silvia, Andrea y Mayka.
Mi cama es la única que no se moverá del
cuarto. Yo y Andrea estamos sosteniendo la cama por la parte que se encuentra a
dos pasos de entrar en la habitación. Laura, Mayka y Rocío están colocando de
nuevo las almohadas y edredones sobre la cama de Laura que ya está colocada en
la habitación. Jade nos ayuda a nosotras tres a pasar por la puerta.
-Silvia puedes dar un par de pasos
más.-dice moviéndola hacia atrás.
Silvia da un par de pasos y por fin
entramos en la habitación. Con cuidado soltamos la cama en el suelo y
comenzamos a empujarla para juntar las cincos camas. Hemos colocado las mesitas
de noche que se encuentran entre cada cama en el salón para poder unir mejor
las camas. En los huecos que hay en cada una de ellas hay cojines por si nos da
por besar el suelo por la noche.
Cuando están unidas las camas y todas se
están quitando las zapas, salgo corriendo echando las zapatillas a un lado y,
antes de que ninguna llegue a sentarse o echarse en la cama, me tiro sobre
todas las camas.
Cuando caído lo hago con toda la cara sobre
los cojines. Dejo la cara sobre este un rato, cuando la levanto veo las caras
de las chicas.
-¿Qué haces tontina?-pregunta Jade junto a
Silvia y Andrea.
Comienzo a reírme. A estas horas de la
noche solo tengo ganas de reírme. Ya que no tengo nada de sueño.
-Se lo está ganando.-susurra Laura.
No sé de qué habla así que levanto la
vista.
Mayka se encuentra en el pasillo, justo en
frente de la entrada, descalza y cogiendo carrerilla. Cuando me quiero dar cuenta
de lo que va a hacer y voy a quitarme, es demasiado tarde. Mayka cae sobre mí.
Lo que hace que suelte una carcajada. Le siguen las demás, no sé en qué orden.
Solo sé que la última que salta encima de mí hace que la carcajada suene más
fuerte.
*Minutos más tarde*
Al final tantas camas para nada. Nos hemos
“acumulado como piojos” entre dos camas para estar mas juntas. Jade esta boca
abajo apoyando su cabeza en una almohada, Rocío a colocado la cabeza sobre la
espalda de este y los pies los tiene sobre mis piernas. Yo estoy sentada y
apoyada con los brazos en la cama. Mayka, a mi derecha, esta apoyada en el
cabecero y sobre las dos piernas, que las tiene pegadas a ella, se encuentra
apoyada Laura. Silvia esta también boca abajo y solo la separan de la cara de
Jade unos cincuenta centímetros. Andrea esta con las piernas cruzadas “cerrando
el círculo” que hemos formado.
-¿En serio?-pregunta Laura con los ojos muy
abiertos.
Jade asiente con la cabeza como si no
hubiera otra respuesta en el mundo.
-Aunque lo veáis tan ligón, no tiene novia
desde…-cuenta con la mano- unos tres años.
Mayka también está un poco sorprendida.
-La verdad, no pensaba eso.-dice mientras
niega con la cabeza.
-¿Por qué no? –pregunta Rocío mirando hacia
el techo.
Jade gira la cabeza hacia atrás, casi como
la niña del exorcista.
-Cuando lo conoces, la primera impresión
que te da es la de un ligón nato.
-Y tanto.-susurra Silvia.
-Pero, cuando profundizas en él…
-¿Has profundizado en él? –le pregunta
Laura.
Comenzamos a reírnos.
-¡No! –Jade abre los ojos pero la sonrisa
no tarda en salir- Aunque no está mal…-todas le miramos- ¡Pero no es mi tipo!
Seguimos riéndonos, hemos conseguido que se
ponga colorado.
-¿Entonces desde cuando no tiene novia?
–pregunta Andrea mientras se coloca bien la camiseta.
-Harry no tendrá novia oficial desde hace
tres años.-hace una pausa- Aunque es muy buen chico pero, las chicas que se
acercan a él, solo buscan lo que buscan.
-¡Polvos mágicos! –grita Rocío como una
niña pequeña.
No sé que le da pero, se sienta en la cama
y se echa el pelo hacia un lado. Parece una
barbie.
-Polvitos mágicos…-suspira Jade.
-¿Bailamos? –pregunta Rocío.
Esta chica tiene ganas de reírse. Se le
nota.
-Yo no bailo.-digo- Que la bailarina del
grupo esta delante.
Silvia vuelve los ojos.
-Anda ya.-hace un gesto con la mano- yo
ahora estoy descansando.
Nos levantamos yo y Rocío.
Estamos a mediados de octubre y el suelo
comienza a ponerse frío. Aunque lleves calcetines de ocho capas, lo notas. Pero
aun así Rocío y yo nos remangamos los pantalones hasta la rodilla. Y esperamos
a que nos pongan una canción.
-¿Cuál queréis?–nos pregunta Mayka con el
móvil en la mano.
-Elegid vosotras.-contesta Rocío.
A Andrea se le ilumina la cara.
-¿Por qué en vez de bailar no imitáis una
canción y la tenemos que adivinar? –propone.
Rocío y yo nos miramos. Ambas accedemos y
nos dan el móvil. Cada una nos ponemos un auricular y ponemos Want U Back de Cher Lloyd.
Con el primer “gruñido” ponemos caras de
cavernícolas. Y comenzamos a bailar como lo haría alguien en los 80’s .
***
-Deberíais ir a Mira quien Baila.-dice divertida Andrea.
Le hago una mueca y luego me rio. Hemos
tenido que hacer el ridículo de una manera enorme pero, ¿Qué más da?
-¿Y de Niall que nos puedes
contar?-pregunta Silvia muy interesada.
Me siento en mi sitio.
-Mira ella, que picarona.-comenta Rocío
mientras se sienta.
Todas, como si estuviéramos en una película,
la miramos fijamente. Hasta Jade la mira.
-¿Perdona? –Le pregunta Mayka- ¿Quién se ha
pasado toda la tarde ligando con Dylan? ¿En, en…? –se pone una mano en la
oreja.
Rocío abre los ojos, y frunce los labios. Como
si fuera un secreto. Todas aprovechamos para cantar.
-¡Te gusta! ¡Te gusta!
-Bueno…-sonríe y se pone colorada.
Se echa hacia atrás en la cama y todas nos
echamos encima y le hacemos cosquillas.
El aire de la habitación es demasiado denso.
Aunque me cuesta trabajo, consigo abrir los
ojos. Estoy en el extremo de la cama mas cercano a la puerta. Jade esta a mi
lado con la cabeza a poyada en el hombro de Rocío que esta boca arriba. Las
demás no me llega la vista a verlas pero, deben de estar en posiciones raras ya
que veo unos pies a lo largo de la cama.
De repente me doy cuenta de lo seca que
tengo la garganta. Necesito beber agua.
Intento levantarme sin hacer ruido, coloco
los pies en el frio suelo. Tengo los pies desnudos ya que no me gusta dormir
con los calcetines, pero hoy debería de haber hecho una excepción. Busco las
zapatillas y, con estas en las manos salgo al pasillo.
Encajo un poco la puerta por si acaso se me
cae algo no despertar a nadie.
Cuando llego al final del pasillo dejo las
zapatillas en el suelo y me las pongo. Voy hacia la cocina. Enciendo la luz,
esta me ciega pero me acerco a la botella de agua y me echo un poco en el vaso.
Sabe extraña, como siempre que bebes agua
acabada de levantar.
Mientras bebo me fijo en el reloj de la
pared.
Son las cuatro y cuarto pero no tengo
sueño. Dejo con cuidado el vaso en la encimera y apago la luz de la cocina.
No sé qué hacer. Enciendo una lamparita del
salón para poder ver algo.
Se me antoja ver la televisión, así que me
acerco a ella y con el mando en la mano, por si acaso está muy fuerte el
volumen, la enciendo.
El canal que me sale es TNT. Están echando
una serie de la que no me sé ni el nombre pero la dejo, no hay ganas de
cambiar.
Me coloco en una esquina del sofá, cojo la
manta azul que dejamos siempre sobre el este y me tapo con ella. Apoyo la
cabeza en el antebrazo y me apoyo en el posa brazos.
Miro la tele pero no me entero de lo que
estoy viendo. No puedo evitar pensar en la noche pasada.
Zayn cantando, los chicos en el coche, las
bromas realizadas. Me voy a un tiempo un poco más alejado, a los días de la
universidad. Y fantaseo en cómo puedo hacer que Zayn se fije en mí.
Rocío ha conseguido que Dylan se fije en
ella, y Niall y Silvia se llevan muy bien. Pero claro, ellas llevan en la
sangre ser adorables con los chicos y hacer que se fijen en ellas en menos de
un año o meses. Pero yo no lo tengo tan fácil.
Recuerdo a su novia, tan modelo y perfecta.
Ni yo dejaría a una escultura así por mí. Es de lógica.
Escucho como se abre la puerta de la
habitación. A los segundo Jade, un poco despeinado, aparece por el pasillo.
-¿Qué pasa Cristi?-se sube los pantalones.
-Nada.-digo levantando la vista- No puedo
dormir más.
Me encojo de hombros pero no me cambio de
postura. Estoy demasiado cómoda. Jade se sienta a mi lado y se tumba hacia el
lado contrario del sofá.
-¿Qué ves?-susurra.
-Nada, solo estaba pensando.
-Pensando, ¿tu?
Se ríe. Y se me escapa una sonrisilla. No
tengo sueño pero mentalmente me encuentro un poco cansada, creo que comerme
tanto el coco es malo.
-¿En qué pensabas? –me pregunta con voz
adormilada. Luego bosteza.
-En los chicos. En lo diferentes que son
entre ellos y, en cómo actúan en la universidad.
-¿Cómo actúan?
-Pues, casi todos hacen como si no se
conocieran.
Me quito de mi postura y me apoyo de
espaldas al posa brazos, mirando a Jade. Jade se vuelve y, al verme mirándolo
fijamente, se sienta igual que yo.
-Hacen como si no se conocieran. Como si
les diera vergüenza ser amigos. Como si quisieran llevar en secreto lo bien que
cantan.
-Es eso lo que quieren. Llevar que cantan
en secreto.-hace una pausa- Cristi, creía que lo habías entendido. Al menos las
demás me han demostrado que lo habían hecho.
-¿Entender el que? –digo un poco borde.
Suspira y baja la vista.
-Los chicos nunca han querido que la gente
sepan que cantan, o simplemente, como tú dices, que sepan que son amigos...Antes
de entrar en la universidad…
-En el instituto.-lo interrumpo.
-Vale, en el instituto. Tampoco querían que
supieran que se conocían, es decir, cada uno tenía su pandilla y algunas de
estas no se podían ni ver con las del otro, por lo que siempre lo han llevado
en secreto.
-Pero esas pandillas se han quedado atrás,
¿no?
-Todas menos la de Zayn que es y era la más
problemática.
Me encojo de hombros para que se dé cuenta
de que quiero saber por qué es tan problemática.
-Hay que tener mucho cuidado con ellos. Las
chupas no son solamente para asustar. Realmente son peligrosos.
-¿En qué sentido peligrosos?
-Pues no sé.-dice alzando un poco la voz-
En el único sentido que tiene la palabra.
Me rio. No tiene muchos sentidos. Lo
primero que se me viene a la mente son las motos pero estas hace décadas que no
se consideran “peligrosas”. Pero luego veo la razón de por qué son peligrosos,
son las personas que forman ese grupo.
-No sé como Zayn puede estar en un grupo
así.-susurra Jade- Cuando lo conozcas veras que no encaja.
-¿Y por que seguirá con ellos?
-Solo él lo sabe…
-¿Sabes algo de su novia? –intento
preguntar sin que se me note que me importa la respuesta demasiado como para
relajarme.
El niega con la cabeza.
-Nunca hemos hablado con ella. Creo que ni
sabe que existimos. Zayn procura no hablarle de nosotros porque es del grupo de
las chupas de cuero.
-¿Las chupas de cuero?-pregunto sin poder
creerlo.
-Si, ¿por?
-Yo también les llamo así.
Sube la mano para que la choque, y eso
hago.
-¿Entonces nunca habéis hablado con ella?
-No. Ni falta que hace, se cree una modelo
y nos pisa a todas por el camino.-dice Jade mientras aprieta la mandíbula- Es
tan “perfecta” que da asco.
Comienzo a reírme. Es verdad.
-¿Volvemos a la cama? –levanta las cejas.
-Contigo siempre.-digo con segundas.
-Serás guarri.
Y riéndonos por lo bajo volvemos a la
habitación.
Jade se coloca boca arriba, me coloco de espaldas a él
y me acurruco
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