-¿Qué preferís gorras o sombreros?
Son las ocho menos veinte.
Hoy ha sonado el despertador antes de lo
previsto ya que se me olvidó cambiar la alarma. Rocío y Silvia ya se han ido a
la academia pero a nosotras nos quedan unos veinte minutos para entrar.
Estamos apoyadas en la fría pared del
patio, dentro del techo de piedra que rodea todo el césped donde se encuentran
los bancos. El clima es aun más frio que ayer y aunque lleve sudadera y abrigo
puestos no se me quita el frio.
Laura ha comenzado a hacer de reportera
entre nosotras con una mano imita el micrófono y en la otra hace como si guiara
la cámara.
Tiende el brazo hacia Andrea.
-Yo… ¿gorra?
-Señorita, usted sabrá lo que le conviene
con ese coco.-da dos palmaditas en este y se acerca a Mayka- ¿Y usted?
Mayka no contesta. Seria, observa la
entrada.
Ahora es cuando comienza nuestra misión. El
primero en entrar es Harry. Me imagino que acabara de llegar. Lleva unos
pantalones negros, una camiseta blanca y un abrigo oscuro. En la cabeza lleva
un gorro negro. Esta muy guapo y las chicas que tiene alrededor lo saben.
Rubias, pelirrojas, morenas, de pelo oscuro,
de tatuajes, pijas. Habrá unas nueve chicas a su alrededor y ninguna es igual a
la otra.
Lleva rodeadas por sus brazos a dos chicas,
la de tatuajes y a la pelirroja. Su sonrisa las mata y su mirada se posa en
nosotras.
Estamos lejos de la entrada pero nos ha
visto. Dura dos segundos pero lo suficiente como para que la de tatuajes nos
mire como si quisiéramos robárselo. Apartamos la vista de él.
-¿Guaperas o cantante? –le pregunta esta
vez a Mayka.
-Cantante.-sonríe.
-Yo también elijo al cantante.-le responde
Laura.
Como si se hubieran puesto de acuerdo Liam
y Louis entran por la puerta. Liam junto al chico de piel rosa. Louis junto a
cuatro chavales más. Estos no nos miran. Realmente nosotras tampoco deberíamos
de estar observándoles pero no lo podemos evitar.
-¿Superman…-pregunta Laura refiriéndose a
Louis- o…-observa a Liam. Este tiene una camiseta en negro entera con el signo
de Batman- …Batman?
Andrea aparta la vista de los chicos para
mirar a Laura, y se queda pensando.
-Batman.-dice Mayka decidida.
.Yo creo que…Superman.
Las miro.
-Con que ya tenéis una debilidad en el
grupo, ¿en? –subo y bajo las cejas mientras sonrío.
-No. Solo –carraspea- hemos opinado.
Andrea mira a Mayka para ver si está de
acuerdo. Esta sube la mano y ambas chocan esos cinco.
Veo demasiado movimiento en la entrada e
instintivamente pienso en Zayn. Y no me equivoco.
Un enorme grupo vestido de negro y vaqueros
entra en lo que podríamos denominar como “recreo”.
Todos los hombres van con una versión
femenina de ellos bajo el brazo. Viendo a Zayn con su novia me imagino que las
demás chicas serán las respectivas novias de los demás.
Me acuerdo en que no puedo mirarlos y bajo
la vista lo más rápido que puedo.
Las chicas han sido un poco más disimuladas
que yo y ya han comenzado a hablar pero al ver como doblan la esquina y se
acercan a donde yo estoy me pongo aun más nerviosa.
-Pues la sonrisa que me mataba era la de
Mario…-escucho decir a Laura.
Rápidamente digo lo primero que se me viene
a la mente. Están más cerca de nosotras… ¡ay dios que la he jodido el primer
día!
-¿Qué Mario? –le pregunto y rezo porque
conteste rápido.
-Casas.-y así lo hace.
El primero del grupo aparece detrás de
Laura, (esta se encontraba frente a nosotras para formularnos las preguntas).
Sigo sin hacerle caso y me distraigo mirando a las chicas a los ojos. Mayka,
Andrea, Laura. Mayka, Andrea, Laura.
Noto una mirada, y aunque no miro, sé quien
ha sido.
-Luego somos nosotras la de la
debilidad.-comenta Mayka cuando ya se han alejado lo suficiente.
La miro abriendo mucho los ojos. Y comienzo
a pensar algo para defenderme. Pero no puedo y comienzo a reírme. Coloco la
palma de mi mano en la cabeza, dándome un suave golpe.
-No.-digo soltando una leve carcajada.
-Pero si te estás riendo.-Laura me señala.
-No. No me estoy riendo.
Hasta yo sé que no es así. Noto que la
sonrisa puede llegarme hasta las orejas pero niego con la cabeza.
-Solo me he puesto nerviosa.-me excuso.
-¿Y porque te has puesto nerviosa? –me
pregunta Andrea alzando las cejas.
-Porque me dan miedo el grupo de las chupas
de cuero.
Las chicas comienzan a reírse. Alguien me
da un golpe en el hombro. Como dos toquecitos.
¡Me han escuchado! Seguro que es eso…
Me doy la vuelta despacio esperando que el
líder del grupo este a mis espaldas, junto con su novia. Seguramente tenga a
los demás del grupo haciendo de coro.
Y veo su chaqueta, azul oscuro y con
estrellas doradas en las hombreras.
-Hola.-dice con voz grave.
-Jade.-digo aliviada.
Coloco mi mano en el pecho.
-¿Qué te pasa? –me pregunta con la misma voz
ronca.
Las chicas han comenzado a reírse. Acerco
un poco más a Jade hacia mí. Susurrando le cuento todo lo que ha pasado hasta
la broma de las chicas y, bueno, puntualizo diciéndole que su susto ha sido el
colmo.
Esta ronco y cuando se ríe apenas se escucha.
-¿Y a ti, que te ha pasado en la voz? -me
apoyo aun mas en la pared.
-Dormí con la ventana abierta.-se encoge de
hombros.
Las personas que están en el patio
comienzan a dispersarse. Y eso solo significa una cosa. Las clases están a
punto de comenzar.
Nos despedimos de las chicas y junto a Jade
me voy a la primera clase.
Dibujo y Concepto de formas.
***
Meto la mano en el bolso, y busco por este.
Noto la figura del móvil, la cartera, las llaves y un paquete. Aquí esta.
-Toma.-le doy a Andrea el primer paquete de
galletas que encuentro.
Busco los otros tres, y con suerte están
juntos.
Cada una tenemos el nuestro. Está lloviendo como si estuviéramos en la ducha. No hemos colocado
en el mismo sitio de antes, junto a la pared.
Estoy nerviosa. Jade ha decidido irse, le
dolía demasiado la garganta y ahora me da vergüenza ir por los pasillos sola.
Cojo una galleta.
-¡Que frio!-susurra Mayka.
Laura asiente mientras juega a mover las
piernas. Laura ha decidido salir sin el abrigo así que solo está con la bufanda.
-¿Quieres mis guantes? –le ofrece Andrea
que ha salido con toda la ropa de abrigo de su facultad.
-Por fa.
Andrea le pasa los guantes. Al coger Laura
una de las galletas se le quedan las migas entre los guantes. Los sacude.
-Oye, ¿esas no son, Silvia y Rocío? – Mayka
se inclina un poco en dirección a la entrada.
Giro hacia mi izquierda la cabeza, y es
verdad. Por la puerta una chica enfundada en un abrigo está corriendo hacia
nosotras. Silvia. Viene riéndose.
Rocío andando y poniendo los ojos en blanco,
la sigue.
-¡No os vais a creer lo que he visto!
–exclama cuando está a dos metros de nosotras.
-Un hola por lo menos, ¿no? –pide Laura
antes de que comience.
-Hola.-contesta Silvia seria- He pillado a
Rocío y a Dylan besándose.
Todas soltamos un ¡¡Ohhh!!
-Hola.-saluda Rocío.
Esta tan normal. Todas la estamos mirando,
no quiero ni imaginarme las caras que tendremos.
-¿Qué pasa? –pregunta desconcertada.
-Nada.-digo poniendo morritos.
-Te veo los labios rojos.
Laura se acerca y se pone a mirarle los
labios. Rocío tarda, pero entonces abre los ojos y fulmina con la mirada a
Silvia.
-Quedamos en que se lo diría yo. Podrías
haber esperado a que llegara, que corres mucho.
Todas nos reímos.
-¿Y cómo besa?-se escucha a Andrea
preguntar.
Todas nos reímos, hemos hecho que Rocío
coja un poco de color. Al reírnos el aire que nos rodea se enfunde en humo.
-En casa os lo cuento.
-¿Con detalles? –pregunto alzando las
cejas.
-Con detalles.-imita mi mueca- Y ahora… ¿Me
dais una galleta?
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