Comienzo a reírme
mientras Lux, inocentemente sigue desayunando.
Zayn y la chica han
dejado de besarse y me miran.
Lux es la mejor niña de
la historia, acaba de preguntarme si era cosa suya o esa chica se parecía a
Úrsula la de la película.
Disimulo la lágrima que
cae por mi mejilla, para que crean que es de la risa cuando realmente es de lo
que me duele ver esta escena.
-Lux eso no se dice.-le
riñe Zayn de manera dura.
La chica, que no es un
palo porque un bulto normalmente llamado culo aparece bajo la espalda, se
abraza a Zayn, acariciándole el brazo y el pecho.
Lux abre los ojos, y
noto como se le comienzan a llenar de lágrimas.
El labio inferior le
comienza a temblar.
Fulmino con la mirada a
Zayn.
-Vamos peque, nos dejes
nunca que los malos te vean llorar.
Dejo los tazones en la
mesa, y en cuanto cojo a Lux en brazos comienza a llorar. Noto como el hombro
se humedece poco a poco, pero solo la calmo. Voy hacia mi cuarto, donde habrá
tenido que dormir.
Me siento en la cama de
Mayka, sé que mientras no me siente sobre sus pies no le importa.
Más lágrimas caen, y
abrazo a Lux.
-Linda no llores.-le
digo- No has dicho nada malo.
Le limpio una lágrima de
la mejilla izquierda y se queda en silencio mientras observa sus pies.
-Buenos días, -Mayka
sonríe y se coloca bien su rizado cabello- ¿Qué te pasó? –mira a Lux.
-Zayn le ha reñido por
decir que su acompañante era como Úrsula.
-¿La de Ariel? –pregunta
Mayka divertida.
Asiento y Mayka comienza
a reírse mientras, con los brazos, invita a Lux a ir con ella.
Ayudo a levantarse a Lux
y anda hacia ella, se coloca a su lado y se poya en ella.
-¿Qué pasa? –Rocío
bosteza.
La parejita se ha
levantado y se sienta en la cama.
-Peque, Zayn es
tonto.-Dylan le sonríe a Lux.
Pero ella apenas hace
algo.
Suspiro.
-¿Quién es? –miro a
Dylan.
Rocío lo mira y se
comienza a poner las zapatillas.
-Voy al baño.
Dylan la mira y asiente.
-Solo es una que conoció
anoche, estuvieron tonteando, pero nada más.-me responde.
-Si hubieran hecho algo
esta noche me hubiera enterado, no te preocupes.-confirma Mayka.
Me rio.
Me quedo mirando la
cama. Las sabanas están revueltas por toda ella, seguro que de tanto abrazarse
y cosas así.
Miro mi reloj, apenas
son las nueve y media.
Mayka, sé que es
temprano para ti. –Mayka me fulmina con la mirada.
-Tampoco duermo tanto
exagerada.-se excusa.
-Claro, claro.-me rio-
Pero, ¿Te vienes con las dos a
tomar…churros?
Lux sonríe y la mira.
Mayka no tiene otra
opción.
Dylan, divertido y
amable, sale de la habitación para dejarnos cambiarnos de ropa.
Vestimos a Lux con un
pequeño traje purpura y botas oscuras, Mayka le recoge el pelo en una coleta, y
dejamos su abrigo rosa para ponérselo luego.
Nosotras nos ponemos
vaqueros, Mayka azules y yo blancos. Mayka se pone una camiseta blanca bajo
otra de punto oscura y con estrellas.
Yo, me pongo una
camiseta grande oscura y con dibujos abstractos muy coloridos, sobre esta una
blusa de cuadros entre negros, rojos y grises. Cojo mi chaquetón oscuro.
Me dejo el pelo, cepillado y ondulado, suelto.
Mayka se junta un poco
de espuma y se lo arregla.
Aun no son las diez
cuando estamos listas.
-¿No nos lavamos los
dientes? –pregunta Lux.
Mayka y yo nos miramos,
pero que mala influencia somos.
-Claro.-respondo.
Las tres nos lo lavamos
rápido en el baño.
Aparte de los que ya
estaban despiertos y Liam que se fue a la cama de Mayka, no hay nadie más
despierto.
Cuando terminamos
salimos al salón.
Rocío y Dylan nos dan
las buenas noches antes de irnos, está claro que están cansados.
La chica y Zayn están
acurrucados en el sofá, compartiendo besos y caricias.
La chica besa a Zayn en
el cuello y comienza a acarícialo. Zayn me mira pero no la aparta.
Niego con la cabeza y
salimos de allí.
[Narra Mayka]
Entramos en un pequeño
bar preparado, especialmente, para los pequeños de la familia.
Nos sentamos en una de
las mesas más cercanas a los toboganes y piscinas de bolas allí presentes para
tener a Lux controlada.
Cristi apenas ha hablado
por el camino, se limitaba a mirar el suelo y eso me preocupa debido a lo
último que ha ocurrido con Zayn.
Al contrario que a Lux,
a ella no se le ha pasado el enfado.
Pedimos tres batido de
chocolate con un par de magdalenas con pepitas de chocolate también.
Lux se va a jugar
dejándonos solas.
-Mayka…-dice Cristi nada
más entrar en la piscina de bolas Lux.
La miro, aun sin decir
nada sé que le pasa. O al menos me hago una idea. Sus ojos se ven sin energía.
-¿Qué hago mal?-pregunta
jugando con una servilleta, blanca y bien doblada. Hasta hace un momento.
La miro extrañada.
-¿Qué te pasa? –con mi
mano, le doy un leve empujoncito, pero apenas se mueve.
Se muerde el labio
inferior, y pierde la mirada en algún remoto lugar del bar.
-No sé qué hacer. Cómo
actuar. Si lo hago bien o mal.
-Nadie lo sabe realmente.-sonrío
con pesar.
Nos quedamos en silencio
unos segundos.
En ningún momento me
parece un silencio incomodo, al contrario. Creo que necesita pensar, de algún
modo.
-¿Le dirás alguna vez a
Liam lo que sientes por él?-Me pregunta con la voz apagada.
La pregunta me coge por
sorpresa.
Una señora, de pelo
canoso y labios pintados de un rosa pálido, se acerca a nosotras con una
bandeja.
-Aquí tenéis
preciosas.-dice de manera dulce.
Mientras deja unos
grandes vasos con batidos y pajitas, me pongo a pensar.
-No lo sé.-digo después
de que la amable camarera se haya ido de nuestro lado.
Cristi me mira, seria y
sin energías.
-¿Quieres un consejo?
–pregunta.
Asiento mientras pruebo
la bebida.
-¿Aunque sea penoso?
–vuelve a preguntar.
-Que sí tonta.-río
mientras intento animarla.
Parece aparecer una leve
sonrisa en el rostro.
-Díselo mientras puedas.
Antes de que sea demasiado tarde, de todas formas, si te sirve de algo, Liam te
quiere. –Me señala- Nada más hay que verlo.
Suelo una carcajada.
-Sí claro.
-¡Que si! –Dice con más
energía- Lo tienes igual de enamorado que…-se queda mirando la piscina de
bolas- ¡un sex simbol!
Ambas soltamos una
carcajada por la tontería que acaba de decir. Y me doy cuenta que, de alguna
manera ahora se encuentra mejor.
-Ni que yo pusiera
poses.-me intento defender.
-¡Las pones!-pone un
brazo tras la cabeza y mira el techo- El pensador.
Comenzamos a reírnos y,
mientras esperamos a que Lux se acerque y comience a tomarse su batido,
seguimos diciendo tonterías.
[Narra Laura]
-No, no.-comienzo a reír
mientras Silvia salta sobre mí.
Estoy tirada en el sofá,
sin ganas de moverme, y como siempre quieren que me levante de él.
Pero no tengo ganas.
Silvia cae provocando
que suelte una estruendosa carcajada. Rocío la sigue. Todas estamos riendo hasta
que Andreita se coloca sobre las tres y da el toque de gracia.
-¡Y muero porque no
muero! –digo en un último esfuerzo antes de comenzar a reírme.
Desde afuera notamos una
luz demasiado fuerte como para ser una farola.
Nos quedamos quietos.
Segundos mas tarde, le
sigue un estruendo.
-¡Guau! –Niall aparta la
cortina, mirando la calle- La que va a caer.
-Y Mayka, Cristi y Lux
afuera.-Andrea nos mira a todos- ¿Dónde estarán?
-Ni idea.-digo mientras
me siento en el sofá- Ya llamaran, no son tontas, habran ido a algún bar o
algo.
Me bajo la camiseta con
dibujos abstractos y coloridos, y me subo los pantalones.
-¿Preparamos la comida?
–oigo preguntar a Ellen, una chica que esta con Zayn.
A veces pienso que este
chico no tiene dos dedos de frente. Si esta “viviendo” estos días con nosotras,
en nuestra casa, no comprendo porqué razón trae a una chica, a saber que
hicieron o no a noche.
Lo único que sé es que
ahora debemos alimentar una boca más.
Resoplo.
-Mas vale, creo que nos
hemos despertado demasiado tarde.
Comienzo a andar hacia
la cocina, antes de llegar me cruzo con Harry.
Me dedica una media
sonrisa, marcando su hoyuelo.
-Pero que pedazo novio
tengo.-digo mientras le beso la mejilla- ¿Me ayudas?
Harry me mira con sus
azulados ojos.
-Claro.-me besa la frente
y me sigue.
En la cocina sacamos los
ingredientes necesarios para hacer fajitas, tenemos unas tortitas finas que
compramos hace unas semanas y no queremos que caduquen. Sacamos una bolsa
congelada que con ponerla en la sartén y echarle la salsa correspondiente, ya
podemos decir que hicimos fajitas.
[Narra Mayka]
-Mejor será que lo
llame.-saco mi móvil del bolsillo.
Hace un rato que pagamos
la cuenta, y estamos en la entrada del restaurante observando como truena.
Cristi tiene a Lux
agarrada de la mano, mientras le cuenta una especie de leyenda sobre los
truenos.
-…Sí, el dios se llama
Thor, -la escucho decir- le acompaña como arma o utensilio mágico –dice
entonando la voz de manera misteriosa- un martillo…
Me rio mientras al otro
lado de la línea me responden.
-¿Mayka? ¿Dónde estáis?
No me da tiempo a
contestar cuando un fuerte trueno suena a mi alrededor. Miro a la pequeña, que
mira el cielo asustada mientras Cristi intenta jugar con ella a intentar ver al
dios del trueno, Thor.
-Estamos en el restaurante
Igin´s intentando salir de alguna
manera, pero me temo que no cogimos paraguas. ¿Podrías venir…?
-Ya voy a
recogeros.-contesta y cuelga sin esperar que se lo agradezca.
-Ya viene.-anuncio.
Lux parece asustada,
pero me uno a ellas e intento ver algo en el cielo mientras esperamos a Liam.
Liam no tarda mucho en
llegar. Me coloco en el asiento del copiloto mientras que Cristi se coloca en
su regazo a Lux, de una manera difícil, consigue colocarse el cinturón sobre
las dos. Lo de buscar a Thor en el cielo no sirvió de mucho, y Lux, asustada,
apoya su cabeza sobre el hombro de Cristi para evitar mirar el oscuro cielo que
nos rodea.
-¿Cómo se lo pasaron
señoritas? –pregunta Liam mirando hacia atrás.
-Thor me da
miedo.-contesta la pequeña.
Cristi la mira divertida.
-Te enseñare una
película de superhéroes Lux, ya verás que no es malo.
-Si es malo.-dice Lux de
manera rotunda.
-Que no.-Cristi comienza
a quejarse como una niña pequeña- Ya verás.
-Nop.-Lux niega con la
cabeza, con una sonrisa.
-Si.-Cristi asiente
rápidamente.
Liam arranca, y las dejo
llevarse la contraria.
No decimos nada, nos
quedamos en silencio escuchando a las dos niñas pequeñas que tenemos en la
parte de atrás.
Comienzo a recordar lo
que hablamos en el bar. Lo de que le dijera mis sentimientos antes de que fuera
demasiado tarde para que todo pudiera acabar bien. En que pueda que aun estemos
a tiempo. Y entonces la duda de que se haya podido olvidar de mi me invade.
Puede que haber de alguna extraña manera, haberle hecho sufrir con lo de la
tonta prueba de cruzar el lago a nado le haya alejado de mí haciéndole querer
solo ser mi amigo.
Me pongo nerviosa, y
juego a darle vueltas a mi plateado anillo en el pulgar.
Aparca más o menos cerca
de nuestra casapuerta. Si nos damos prisa podremos entrar sin mojarnos.
-Chicas, ahí tenéis un
paraguas.-señala el suelo enmoquetado en negro de la furgoneta.
Oigo las llaves de
Cristi mientras se prepara para salir afuera.
-Liam, -lo paro- ¿Puedo
decirte algo?
Liam mira hacia atrás.
Donde Cristi va con Lux en brazos hacia la casapuerta.
-¿Ahora?
-Si no supone ningún
problema.-digo mientras chasqueo la lengua.
Liam me mira y una
sonrisa aparece por la comisura de sus labios.
-Claro. Así no pongo la
mesa.
-Serás tonto.-digo de
manera dulce.
El silencio se hace allí
adentro. Y comienzo a hablar como si me fuera la vida en ello.
-Liam, me han aconsejado
que…bueno…
Me toco nerviosa la
barbilla.
-Relájate, soy yo.
-Eso es lo que me pone
nerviosa.-contesto- Solo quería decirte que, si no es demasiado tarde…Querría
que… ¡ay madre! Por algo no hago estas cosas.
Realmente hablo para mí,
solo que demasiado fuerte. Liam me coge de las manos. Levanto la vista, sus
ojos se clavan de alguna manera dulce en los míos.
Me hago la valiente,
sabiendo que si no es ahora, no volverá a ser nunca.
-Me gustas. Muchísimo si
me dejas especificar.
No le dejo hablar, y le
beso la mejilla.
Liam mira el suelo,
avergonzado y de alguna manera, le noto decepcionado. Tose un poco y carraspea.
Noto como me va a rechazar y por simple miedo, comienzan a entrarme ganas de
llorar.
-Lo siento.-comienza a
decir.
En segundos, en
milésimas de segundos, se me viene a la mente el beso en las escaleras hace un
tiempo, cuando baile con él en la fiesta de “fin de año”, cuando fregamos
juntos y casi se queda con cuatro dedos en la mano.
Y, de la manera más
rápida en la que jamás me he emocionado, comienzo a llorar.
-No te preocupes.-digo
sin dejarle hablar y bajándome del coche.
No puedo controlar mis
sollozos. Y él, ni siquiera me llama mientras ando hacia la casapuerta, donde
Cristi ha dejado un trozo de periódico para que no se cerrara la entrada.
Entro, e intento no
dejarlo afuera, pero en vez de subir a casa, voy a la terraza.
Donde todo suele acabar
mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si quieres comentar, ¡adelante me alegraras el día!
Gracias por todo,
=)