sábado, 10 de mayo de 2014

Capitulo 54


Comienzo a reírme mientras Lux, inocentemente sigue desayunando.
Zayn y la chica han dejado de besarse y me miran.
Lux es la mejor niña de la historia, acaba de preguntarme si era cosa suya o esa chica se parecía a Úrsula la de la película.
Disimulo la lágrima que cae por mi mejilla, para que crean que es de la risa cuando realmente es de lo que me duele ver esta escena.
-Lux eso no se dice.-le riñe Zayn de manera dura.
La chica, que no es un palo porque un bulto normalmente llamado culo aparece bajo la espalda, se abraza a Zayn, acariciándole el brazo y el pecho.
Lux abre los ojos, y noto como se le comienzan a llenar de lágrimas.
El labio inferior le comienza a temblar.
Fulmino con la mirada a Zayn.
-Vamos peque, nos dejes nunca que los malos te vean llorar.
Dejo los tazones en la mesa, y en cuanto cojo a Lux en brazos comienza a llorar. Noto como el hombro se humedece poco a poco, pero solo la calmo. Voy hacia mi cuarto, donde habrá tenido que dormir.
Me siento en la cama de Mayka, sé que mientras no me siente sobre sus pies no le importa.
Más lágrimas caen, y abrazo a Lux.
-Linda no llores.-le digo- No has dicho nada malo.
Le limpio una lágrima de la mejilla izquierda y se queda en silencio mientras observa sus pies.
-Buenos días, -Mayka sonríe y se coloca bien su rizado cabello- ¿Qué te pasó? –mira a Lux.
-Zayn le ha reñido por decir que su acompañante era como Úrsula.
-¿La de Ariel? –pregunta Mayka divertida.
Asiento y Mayka comienza a reírse mientras, con los brazos, invita a Lux a ir con ella.
Ayudo a levantarse a Lux y anda hacia ella, se coloca a su lado y se poya en ella.
-¿Qué pasa? –Rocío bosteza.
La parejita se ha levantado y se sienta en la cama.
-Peque, Zayn es tonto.-Dylan le sonríe a Lux.
Pero ella apenas hace algo.
Suspiro.
-¿Quién es? –miro a Dylan.
Rocío lo mira y se comienza a poner las zapatillas.
-Voy al baño.
Dylan la mira y asiente.
-Solo es una que conoció anoche, estuvieron tonteando, pero nada más.-me responde.
-Si hubieran hecho algo esta noche me hubiera enterado, no te preocupes.-confirma Mayka.
Me rio.
Me quedo mirando la cama. Las sabanas están revueltas por toda ella, seguro que de tanto abrazarse y cosas así.
Miro mi reloj, apenas son las nueve y media.
Mayka, sé que es temprano para ti. –Mayka me fulmina con la mirada.
-Tampoco duermo tanto exagerada.-se excusa.
-Claro, claro.-me rio- Pero,  ¿Te vienes con las dos a tomar…churros?
Lux sonríe y la mira.
Mayka no tiene otra opción.
Dylan, divertido y amable, sale de la habitación para dejarnos cambiarnos de ropa.
Vestimos a Lux con un pequeño traje purpura y botas oscuras, Mayka le recoge el pelo en una coleta, y dejamos su abrigo rosa para ponérselo luego.
Nosotras nos ponemos vaqueros, Mayka azules y yo blancos. Mayka se pone una camiseta blanca bajo otra de punto oscura y con estrellas.
Yo, me pongo una camiseta grande oscura y con dibujos abstractos muy coloridos, sobre esta una blusa de cuadros entre negros, rojos y grises. Cojo mi chaquetón oscuro.
 Me dejo el pelo, cepillado y ondulado, suelto.
Mayka se junta un poco de espuma y se lo arregla.
Aun no son las diez cuando estamos listas.
-¿No nos lavamos los dientes? –pregunta Lux.
Mayka y yo nos miramos, pero que mala influencia somos.
-Claro.-respondo.
Las tres nos lo lavamos rápido en el baño.
Aparte de los que ya estaban despiertos y Liam que se fue a la cama de Mayka, no hay nadie más despierto.
Cuando terminamos salimos al salón.
Rocío y Dylan nos dan las buenas noches antes de irnos, está claro que están cansados.
La chica y Zayn están acurrucados en el sofá, compartiendo besos y caricias.
La chica besa a Zayn en el cuello y comienza a acarícialo. Zayn me mira pero no la aparta.
Niego con la cabeza y salimos de allí.

[Narra Mayka]
Entramos en un pequeño bar preparado, especialmente, para los pequeños de la familia.
Nos sentamos en una de las mesas más cercanas a los toboganes y piscinas de bolas allí presentes para tener a Lux controlada.

Cristi apenas ha hablado por el camino, se limitaba a mirar el suelo y eso me preocupa debido a lo último que ha ocurrido con Zayn.
Al contrario que a Lux, a ella no se le ha pasado el enfado.
Pedimos tres batido de chocolate con un par de magdalenas con pepitas de chocolate también.
Lux se va a jugar dejándonos solas.
-Mayka…-dice Cristi nada más entrar en la piscina de bolas Lux.
La miro, aun sin decir nada sé que le pasa. O al menos me hago una idea. Sus ojos se ven sin energía.
-¿Qué hago mal?-pregunta jugando con una servilleta, blanca y bien doblada. Hasta hace un momento.
La miro extrañada.
-¿Qué te pasa? –con mi mano, le doy un leve empujoncito, pero apenas se mueve.
Se muerde el labio inferior, y pierde la mirada en algún remoto lugar del bar.
-No sé qué hacer. Cómo actuar. Si lo hago bien o mal.
-Nadie lo sabe realmente.-sonrío con pesar.
Nos quedamos en silencio unos segundos.
En ningún momento me parece un silencio incomodo, al contrario. Creo que necesita pensar, de algún modo.
-¿Le dirás alguna vez a Liam lo que sientes por él?-Me pregunta con la voz apagada.
La pregunta me coge por sorpresa.
Una señora, de pelo canoso y labios pintados de un rosa pálido, se acerca a nosotras con una bandeja.
-Aquí tenéis preciosas.-dice de manera dulce.
Mientras deja unos grandes vasos con batidos y pajitas, me pongo a pensar.
-No lo sé.-digo después de que la amable camarera se haya ido de nuestro lado.
Cristi me mira, seria y sin energías.
-¿Quieres un consejo? –pregunta.
Asiento mientras pruebo la bebida.
-¿Aunque sea penoso? –vuelve a preguntar.
-Que sí tonta.-río mientras intento animarla.
Parece aparecer una leve sonrisa en el rostro.
-Díselo mientras puedas. Antes de que sea demasiado tarde, de todas formas, si te sirve de algo, Liam te quiere. –Me señala- Nada más hay que verlo.
Suelo una carcajada.
-Sí claro.
-¡Que si! –Dice con más energía- Lo tienes igual de enamorado que…-se queda mirando la piscina de bolas- ¡un sex simbol!
Ambas soltamos una carcajada por la tontería que acaba de decir. Y me doy cuenta que, de alguna manera ahora se encuentra mejor.
-Ni que yo pusiera poses.-me intento defender.
-¡Las pones!-pone un brazo tras la cabeza y mira el techo- El pensador.
Comenzamos a reírnos y, mientras esperamos a que Lux se acerque y comience a tomarse su batido, seguimos diciendo tonterías.

[Narra Laura]
-No, no.-comienzo a reír mientras Silvia salta sobre mí.
Estoy tirada en el sofá, sin ganas de moverme, y como siempre quieren que me levante de él.
Pero no tengo ganas.
Silvia cae provocando que suelte una estruendosa carcajada. Rocío la sigue. Todas estamos riendo hasta que Andreita se coloca sobre las tres y da el toque de gracia.
-¡Y muero porque no muero! –digo en un último esfuerzo antes de comenzar a reírme.
Desde afuera notamos una luz demasiado fuerte como para ser una farola.
Nos quedamos quietos.
Segundos mas tarde, le sigue un estruendo.
-¡Guau! –Niall aparta la cortina, mirando la calle- La que va a caer.
-Y Mayka, Cristi y Lux afuera.-Andrea nos mira a todos- ¿Dónde estarán?
-Ni idea.-digo mientras me siento en el sofá- Ya llamaran, no son tontas, habran ido a algún bar o algo.
Me bajo la camiseta con dibujos abstractos y coloridos, y me subo los pantalones.
-¿Preparamos la comida? –oigo preguntar a Ellen, una chica que esta con Zayn.
A veces pienso que este chico no tiene dos dedos de frente. Si esta “viviendo” estos días con nosotras, en nuestra casa, no comprendo porqué razón trae a una chica, a saber que hicieron o no a noche.
Lo único que sé es que ahora debemos alimentar una boca más.
Resoplo.
-Mas vale, creo que nos hemos despertado demasiado tarde.
Comienzo a andar hacia la cocina, antes de llegar me cruzo con Harry.
Me dedica una media sonrisa, marcando su hoyuelo.
-Pero que pedazo novio tengo.-digo mientras le beso la mejilla- ¿Me ayudas?
Harry me mira con sus azulados ojos.
-Claro.-me besa la frente y me sigue.
En la cocina sacamos los ingredientes necesarios para hacer fajitas, tenemos unas tortitas finas que compramos hace unas semanas y no queremos que caduquen. Sacamos una bolsa congelada que con ponerla en la sartén y echarle la salsa correspondiente, ya podemos decir que hicimos fajitas.

[Narra Mayka]
-Mejor será que lo llame.-saco mi móvil del bolsillo.
Hace un rato que pagamos la cuenta, y estamos en la entrada del restaurante observando como truena.
Cristi tiene a Lux agarrada de la mano, mientras le cuenta una especie de leyenda sobre los truenos.
-…Sí, el dios se llama Thor, -la escucho decir- le acompaña como arma o utensilio mágico –dice entonando la voz de manera misteriosa- un martillo…

Me rio mientras al otro lado de la línea me responden.
-¿Mayka? ¿Dónde estáis?
No me da tiempo a contestar cuando un fuerte trueno suena a mi alrededor. Miro a la pequeña, que mira el cielo asustada mientras Cristi intenta jugar con ella a intentar ver al dios del trueno, Thor.
-Estamos en el restaurante Igin´s intentando salir de alguna manera, pero me temo que no cogimos paraguas. ¿Podrías venir…?
-Ya voy a recogeros.-contesta y cuelga sin esperar que se lo agradezca.
-Ya viene.-anuncio.
Lux parece asustada, pero me uno a ellas e intento ver algo en el cielo mientras esperamos a Liam.

Liam no tarda mucho en llegar. Me coloco en el asiento del copiloto mientras que Cristi se coloca en su regazo a Lux, de una manera difícil, consigue colocarse el cinturón sobre las dos. Lo de buscar a Thor en el cielo no sirvió de mucho, y Lux, asustada, apoya su cabeza sobre el hombro de Cristi para evitar mirar el oscuro cielo que nos rodea.
-¿Cómo se lo pasaron señoritas? –pregunta Liam mirando hacia atrás.
-Thor me da miedo.-contesta la pequeña.
Cristi la mira divertida.
-Te enseñare una película de superhéroes Lux, ya verás que no es malo.
-Si es malo.-dice Lux de manera rotunda.
-Que no.-Cristi comienza a quejarse como una niña pequeña- Ya verás.
-Nop.-Lux niega con la cabeza, con una sonrisa.
-Si.-Cristi asiente rápidamente.
Liam arranca, y las dejo llevarse la contraria.
No decimos nada, nos quedamos en silencio escuchando a las dos niñas pequeñas que tenemos en la parte de atrás.
Comienzo a recordar lo que hablamos en el bar. Lo de que le dijera mis sentimientos antes de que fuera demasiado tarde para que todo pudiera acabar bien. En que pueda que aun estemos a tiempo. Y entonces la duda de que se haya podido olvidar de mi me invade. Puede que haber de alguna extraña manera, haberle hecho sufrir con lo de la tonta prueba de cruzar el lago a nado le haya alejado de mí haciéndole querer solo ser mi amigo.
Me pongo nerviosa, y juego a darle vueltas a mi plateado anillo en el pulgar.
Aparca más o menos cerca de nuestra casapuerta. Si nos damos prisa podremos entrar sin mojarnos.
-Chicas, ahí tenéis un paraguas.-señala el suelo enmoquetado en negro de la furgoneta.
Oigo las llaves de Cristi mientras se prepara para salir afuera.
-Liam, -lo paro- ¿Puedo decirte algo?
Liam mira hacia atrás. Donde Cristi va con Lux en brazos hacia la casapuerta.
-¿Ahora?
-Si no supone ningún problema.-digo mientras chasqueo la lengua.
Liam me mira y una sonrisa aparece por la comisura de sus labios.
-Claro. Así no pongo la mesa.
-Serás tonto.-digo de manera dulce.
El silencio se hace allí adentro. Y comienzo a hablar como si me fuera la vida en ello.
-Liam, me han aconsejado que…bueno…
Me toco nerviosa la barbilla.
-Relájate, soy yo.
-Eso es lo que me pone nerviosa.-contesto- Solo quería decirte que, si no es demasiado tarde…Querría que… ¡ay madre! Por algo no hago estas cosas.
Realmente hablo para mí, solo que demasiado fuerte. Liam me coge de las manos. Levanto la vista, sus ojos se clavan de alguna manera dulce en los míos.
Me hago la valiente, sabiendo que si no es ahora, no volverá a ser nunca.
-Me gustas. Muchísimo si me dejas especificar.
No le dejo hablar, y le beso la mejilla.
Liam mira el suelo, avergonzado y de alguna manera, le noto decepcionado. Tose un poco y carraspea. Noto como me va a rechazar y por simple miedo, comienzan a entrarme ganas de llorar.
-Lo siento.-comienza a decir.
En segundos, en milésimas de segundos, se me viene a la mente el beso en las escaleras hace un tiempo, cuando baile con él en la fiesta de “fin de año”, cuando fregamos juntos y casi se queda con cuatro dedos en la mano.
Y, de la manera más rápida en la que jamás me he emocionado, comienzo a llorar.
-No te preocupes.-digo sin dejarle hablar y bajándome del coche.
No puedo controlar mis sollozos. Y él, ni siquiera me llama mientras ando hacia la casapuerta, donde Cristi ha dejado un trozo de periódico para que no se cerrara la entrada.
Entro, e intento no dejarlo afuera, pero en vez de subir a casa, voy a la terraza.

Donde todo suele acabar mejor.

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