sábado, 17 de mayo de 2014

Capitulo 57


Saco las palomitas del microondas y mientras me como unas cuantas me acerco al salón donde todas, a excepción de Mayka, estamos viendo la película de Y que le gusten los perros.
Es muy romántica y me gustan los actores que salen en ella. A parte, salen perros y niños pequeños ya que la protagonista trabaja en una guardería.
Le paso el bol de las palomitas a Ellen que lo pasa a Laura, y así sucesivamente.
Mayka pasa con su albornoz rosa y sus zapatillas, corriendo desde el baño a su habitación.
-¡Corre Forrest, corre! –grita Silvia ente risitas.
Sonrío y continúo viendo la película.

[Narra Mayka]
Conecto los cascos al móvil para escuchar la primera canción que me salga.
Estoy tan nerviosa que no me doy cuenta de que es The Phoenix de Fall Out Boys hasta que ya va por la mitad de la canción y me veo tarareando el estribillo.
Me abrigo aun mas con el albornoz, hace frio.
Me acerco a las bolsas de los vestidos y cuelgo en una percha el floreado traje para el baile, me encanta, y le coloco uno de mis cinturones para cuando lo vea saber que van los dos juntos.
La verdad, el cinturón queda bien con el vestido.
Sonrío y me doy la vuelta para coger el otro traje.
Lo saco de la bolsa y lo estiro para mirarlo detenidamente.
Es de color lavanda o un purpura suave, depende como se mire.
Lo alejo un poco de mí y me acerco al gran espejo que tenemos junto al armario. Lo coloco sobre mí y lo miro.
¿No será demasiado corto?  ¿Y si parezco demasiado atrevida al llevarlo? ¿Y si se me ve algo?
No debería de haberlo comprado.
Suspiro y me aparto el húmedo y suave cabello de mis hombros.
¿Y qué hago ahora?
No sé porque Liam ha querido preparar todo esto, no se a donde querrá ir y ahora no sé que me pondré.
Coloco el traje con cuidado en la cama y me intento colocar el pelo de alguna original y sorprendente manera.
Al final acaba como siempre, con espuma y hacia la derecha.
Me giro, convencida en ponerme unos vaqueros y llevar una sudadera, pero me armo de valor y comienzo a buscar unos pequeños pantis o cogerle a alguna unos pantalones cortos para que no se me vea nada.
Porque yo voy a ponerme este vestido.

[Narra Cristina]
-No.-grito- ¡Con Bobby no!
-Si.-Laura aplaude.
La miro.
-Pero si este es un mujeriego.-me defiendo.
Nos quedamos calladas mientras la película sigue su curso. Noto las sombras que produce Mayka al salir al pasillo, ya debe de estar lista.
Se escucha como el líquido sale del bote de perfume.
A lo mejor no esta tan preparada como pensaba.
El timbre del portón suena y Rocío, como si el mismo correcaminos fuera, corre a abrir la casapuerta. Cuando ya ha pulsado el botón que abre la puerta de abajo quita la llave de la puerta del piso, abriéndola.
Se ríe mientras escucho los pasos de, seguramente, Liam al subir.
-¡Hola! –susurra mientras le abraza.
-Hola.-saluda en el mismo tono.
Cuando se separa nos saluda con la mano en la que lleva una rosa roja.
Todas nos incorporamos y las demás comienzan a explicarle el estado en el que se encuentra Mayka.
-Ten cuidado hoy muerde.-escucho decir a Laura- Se enfado cuando se entero de la cita.
-¿Sabe lo de la cita?-pregunta él preocupado.
Silvia pone una mueca.
-No importa, tarde o temprano lo sabría.-nos defiende Andrea con una sonrisa en la cara.
Liam nos sonríe y comienza a mover las manos nervioso.
Noto como se acerca, saluda a Ellen impresionado y me dedica una mueca divertida.
Me rio.
-¿De qué va la película? –pregunta al cabo de segundos.
-Yo no tengo ganas de explicártela.-le contesto.
Me da un pequeño golpe con la rosa y Mayka aparece por el pasillo.
Por fin vemos el segundo vestido.
Es de un lila suave, como lavanda, es corto y le queda casi acabando el muslo. La falda, desigual, da a la parte de arriba del vestido que tiene forma de camiseta.
Su cabello rizado le cae a un lado y en los pies lleva unas vans, que si no me equivoco son de Andrea, del color del traje.
Esta guapísima.
Nos quedamos en silencio mientras, asombrados, intentamos reaccionar.
-¿No os gusta? –nos pregunta a nosotras, como si Liam no estuviera.
-Es pre-cio-so.-dice Ellen.
Todas le damos la razón. Y Laura alza su mano para que choquen los cinco.
-Bueno, -Mayka suspira- ¿vamos?
Liam cierra la boca y traga saliva.
-Claro…Ehh, esto es para ti.
Y le tiende la flor como un niño de cinco años.
Mayka agarra su abrigo rojo y se despide de nosotras mientras Liam sale de la casa.
Le dedicamos un par de escenas de amor antes de que se vaya, (imitamos a dos chicos besándose y le sacamos la lengua). Mayka nos mata con la mirada antes de salir y en cuanto se cierra la puerta gritamos y reímos.
-¡¿Habéis visto lo cortado que estaba Liam?!-pregunta Andrea.
-¡Aw, que mono! –Dice Ellen.
Seguimos riéndonos mientras la protagonista de la película descubre que realmente Bobby es un mujeriego.

[Narra Mayka]
Andamos en silencio. Me monto en el coche y me pongo a mirar por la ventana mientras él se sube.
Noto que al sentarme la falda se me ha subido aun más por lo que coloco mi abrigo sobre las piernas.
Por alguna extraña razón, sonrío.
-¿A dónde vamos? –le pregunto nerviosa.
Liam, con sus castaños ojos, me mira. Unas mariposas crecen en mi interior pero se difuminan cuando recuerdo que esto es como una salida de amigos.
-Bueno, -dice por fin- íbamos a ir a jugar a los bolos pero…-se pasa la mano por la barba de tres días mientras me mira- Creo que tener a mi lado a una chica como tú merece que vayamos a cenar a mi casa.
Abro los ojos.
-¿A tu casa? –digo riéndome.
Liam me mira y suelta una carcajada.
-Señorita, es una simple cena, no habrá postre.-dice divertido.
Intento reprimir una sonrisa.
-¿Y si el postre me gusta? –pregunto inocentemente.
Liam me mira antes de arrancar.
-Pues claro que el postre te gustaría.
Caigo en la cuenta de las segundas intenciones que tenia la palabra postre.
-¡Ah vale! ¡Qué postre no es comerte una tarta! –digo avergonzada.
-Si para ti es comerte una tarta…-dice Liam divertido.
Le doy un manotazo en el brazo.
-No seas guarro.-me rio.
-Lo intentaré.
Y mientras me guiña su ojo derecho, salimos del aparcamiento hacia la cena en su casa.

Aparcamos en un garaje perteneciente a un gran piso con grandes apartamentos. Me bajo del coche, produciendo que los volantes de la falda vuelen un poco. Sonrío al recordar como a Marilyn Monroe se le levantaba el vestido en la película de La Tentación vive Arriba.
-¿Vamos? –pregunta Liam cundo aun estoy colocándome bien la falda.
-Claro.
Comienzo a andar tras él después de cerrar la puerta del vehículo.
Subimos en un gran ascensor donde hablamos de cómo nos va. Al llegar al séptimo piso se para y salimos a un pequeño pasillo que da a cuatro apartamentos. Nos vamos al de la letra A.
Liam saca un llavero con apenas llaves y abre.
La entrada da a un salón con grandes ventanales. Dos grandes sofás azules con una pequeña mesa en el centro y con una televisión con unos cuantos años. Alrededor de la televisión se encuentran numerosas películas y libros colocados en una gran estantería. El DVD se encuentra bajo el televisor.
Miro a mi izquierda donde se encuentra la entrada a su habitación. Debe de ser grande, ya que el marco de la puerta me deja adivinar que antes había una gran puerta allí, ahora solo hay una cortina de diversos colores.
-Sé que estarás pensando que la puerta quedaría mejor, pero es más fácil entrar con levantar solo la cortina.
Me rio.
-No te creas. Me gusta.
-Ven.-pasa por la cortina.
Le sigo, entrando en su cuarto.
En este hay una gran cama de matrimonio con sabanas azules y negras. Numerosas fotografías de películas están colgadas en la grisácea pared.
-El baño está ahí, para que lo sepas.-señala la parte derecha de la habitación.
La iluminada habitación que es el baño también parece enorme.
-Vale. Oye, esto es enorme.-digo mientras salgo de la habitación.
A los segundos, Liam me sigue.
-Cierto.
-Pensaba que vivías con los chicos.-susurro mientras busco la cocina.
Ya la vi. Se encuentra a mi derecha y solo la separa del salón una barra pintada de colores metálicos. Me acerco a esta y me siento en los taburetes que la acompañan.
-¿Con los chicos? –Liam lo pregunta mientras mete un CD en el aparato de música que se encontraba al lado del televisor y el cual no había visto antes.
-Sí. Como nosotras me refiero.
Comienza a sonar Imagine de John Lennon.
Se vuelve y me mira.
Esta relajado y parece feliz.
-Son diversas canciones, no te preocupes si no te gusta algún artista.
Me muerdo el labio y asiento.
Liam se acerca, bailando, a la cocina.
-¿Te apetece cenar…-abre el frigorífico- no sé, que tal estas pequeñas pizzas?
Saca un cartón donde hay pequeñas porciones y que se calientan en el horno.
-De acuerdo.-sonrío.
Mientras enciende el horno para que se caliente y John Lennon sigue cantando me atrevo a comenzar algún tipo de conversación.
-¿Qué tal os va con Simon?
Liam, desde el otro lado de la barra, se apoya en esta quedando a apenas centímetros de mi.
-Nos va bien. Le gusta mucho nuestro sonido y estuvimos hablando y componiendo un poco los últimos días.
-Ah, ¿pero os habéis visto más?
Liam sonríe.
-Sí, cada dos tardes vamos al estudio con él y diversos profesionales en el mundo de la música.
Me quedo impresionada.
-Que guay.-susurro.
-Sí que lo es.
-¿Habéis compuesto ya algo? –me atrevo a preguntar.
-Algo habremos escrito.-dice de manera picara.
Me rio y nos quedamos en silencio unos segundo mientras Smile de McFly comienza a sonar por toda la casa.

Después de que las pequeñas pizzas estuvieran listas, preparamos la espaciosa barra para cenar allí. Y a la tenue luz de dos lámparas estamos comiendo.
Nos reímos al recordar el pasado Halloween.
Intento actuar como si nada de lo de la azotea hubiera ocurrido pero Liam se desvanece de las conversaciones de vez en cuando con ciertas palabras. Como en la azotea, o la palabra diluviar.
-Mayka.-dice después de acabar las risas.
Bebo un poco de Coca-Cola y le miro.
-Sé que te debe de extrañar que quisiera quedar contigo.
Miro hacia la mesa, apartando mis ojos de los de él.
-Si bueno, pensé que querías arreglarlo y que…
Suspiro y alzo la vista.
Liam alza las cejas y una pequeña sonrisa comienza a aparecer por entre sus labios.
-¿Y qué? –dice suavemente.
Alza su mano y la coloca sobre la mía que está apoyada sobre la mesa.
-Y que querías que volviéramos a ser amigos.-digo mientras la aparto.
Liam, avergonzado deja su mano sobre la mesa.
-¿Amigos?
Mirándole a los ojos, lo más seria que puedo le contesto.
-Sí, solo amigos.
Liam parece no entenderlo. Se levanta y anda hasta encontrarse en frente de mí. Aparta el taburete que acompañaba al mío. Coloca su mano derecha en mi pierna.
Me pongo nerviosa en el mismo momento en el que coloca su mano en mi desnuda pierna.
Agradezco que se me ocurriera la idea de ponerme los cortos pantalones negros que Silvia se pone para bailar porque así no se me ve nada cuando separo un poco las piernas para que Liam se coloque lo más cerca de mi posible.
No echo en cuenta su mano sobre mi rodilla y le miro a los ojos mientras intento no ponerme nerviosa.
Cosa que no funciona ya que al mirarlo aumentan los nervios.
-¿Me estás diciendo que no quieres estar conmigo? –me pregunta a dos centímetros de mi cara.
-Eso mismo es lo que acabo de decir.-susurro.
-¿Solo amigos? –noto como sus ojos me miran los labios.
-Solo amigos.
Y me adelanto un poco para besarle. Procuro no caerme del taburete pero por suerte al estar él delante de mi acabo apoyándome en él.
No tenemos ningún cuidado al besarnos. Toda la angustia de haber estado enfadados, todas las tonterías que nos hemos dicho y lo bien que nos sentimos en estos momentos se ven reflejados en ese beso el cual ni en broma será el último entre nosotros.


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