Saco las palomitas del
microondas y mientras me como unas cuantas me acerco al salón donde todas, a
excepción de Mayka, estamos viendo la película de Y que le gusten los perros.
Es muy romántica y me
gustan los actores que salen en ella. A parte, salen perros y niños pequeños ya
que la protagonista trabaja en una guardería.
Le paso el bol de las
palomitas a Ellen que lo pasa a Laura, y así sucesivamente.
Mayka pasa con su albornoz
rosa y sus zapatillas, corriendo desde el baño a su habitación.
-¡Corre Forrest, corre!
–grita Silvia ente risitas.
Sonrío y continúo viendo
la película.
[Narra Mayka]
Estoy tan nerviosa que
no me doy cuenta de que es The Phoenix de
Fall Out Boys hasta que ya va por la mitad de la canción y me veo
tarareando el estribillo.
Me abrigo aun mas con el
albornoz, hace frio.
Me acerco a las bolsas
de los vestidos y cuelgo en una percha el floreado traje para el baile, me
encanta, y le coloco uno de mis cinturones para cuando lo vea saber que van los
dos juntos.
La verdad, el cinturón
queda bien con el vestido.
Sonrío y me doy la
vuelta para coger el otro traje.
Lo saco de la bolsa y lo
estiro para mirarlo detenidamente.
Es de color lavanda o un
purpura suave, depende como se mire.
Lo alejo un poco de mí y
me acerco al gran espejo que tenemos junto al armario. Lo coloco sobre mí y lo
miro.
¿No será demasiado
corto? ¿Y si parezco demasiado atrevida
al llevarlo? ¿Y si se me ve algo?
No debería de haberlo
comprado.
Suspiro y me aparto el
húmedo y suave cabello de mis hombros.
¿Y qué hago ahora?
No sé porque Liam ha
querido preparar todo esto, no se a donde querrá ir y ahora no sé que me
pondré.
Coloco el traje con
cuidado en la cama y me intento colocar el pelo de alguna original y
sorprendente manera.
Al final acaba como
siempre, con espuma y hacia la derecha.
Me giro, convencida en
ponerme unos vaqueros y llevar una sudadera, pero me armo de valor y comienzo a
buscar unos pequeños pantis o cogerle a alguna unos pantalones cortos para que
no se me vea nada.
Porque yo voy a ponerme
este vestido.
[Narra Cristina]
-Si.-Laura aplaude.
La miro.
-Pero si este es un
mujeriego.-me defiendo.
Nos quedamos calladas
mientras la película sigue su curso. Noto las sombras que produce Mayka al
salir al pasillo, ya debe de estar lista.
Se escucha como el
líquido sale del bote de perfume.
A lo mejor no esta tan
preparada como pensaba.
El timbre del portón
suena y Rocío, como si el mismo correcaminos fuera, corre a abrir la
casapuerta. Cuando ya ha pulsado el botón que abre la puerta de abajo quita la
llave de la puerta del piso, abriéndola.
Se ríe mientras escucho
los pasos de, seguramente, Liam al subir.
-¡Hola! –susurra
mientras le abraza.
-Hola.-saluda en el
mismo tono.
Cuando se separa nos
saluda con la mano en la que lleva una rosa roja.
Todas nos incorporamos y
las demás comienzan a explicarle el estado en el que se encuentra Mayka.
-Ten cuidado hoy
muerde.-escucho decir a Laura- Se enfado cuando se entero de la cita.
-¿Sabe lo de la
cita?-pregunta él preocupado.
Silvia pone una mueca.
-No importa, tarde o
temprano lo sabría.-nos defiende Andrea con una sonrisa en la cara.
Liam nos sonríe y
comienza a mover las manos nervioso.
Noto como se acerca,
saluda a Ellen impresionado y me dedica una mueca divertida.
-¿De qué va la película?
–pregunta al cabo de segundos.
-Yo no tengo ganas de explicártela.-le
contesto.
Me da un pequeño golpe
con la rosa y Mayka aparece por el pasillo.
Por fin vemos el segundo
vestido.
Es de un lila suave,
como lavanda, es corto y le queda casi acabando el muslo. La falda, desigual,
da a la parte de arriba del vestido que tiene forma de camiseta.
Su cabello rizado le cae
a un lado y en los pies lleva unas vans, que si no me equivoco son de Andrea,
del color del traje.
Esta guapísima.
Nos quedamos en silencio
mientras, asombrados, intentamos reaccionar.
-¿No os gusta? –nos
pregunta a nosotras, como si Liam no estuviera.
-Es pre-cio-so.-dice
Ellen.
Todas le damos la razón.
Y Laura alza su mano para que choquen los
cinco.
-Bueno, -Mayka suspira-
¿vamos?
Liam cierra la boca y
traga saliva.
-Claro…Ehh, esto es para
ti.
Y le tiende la flor como
un niño de cinco años.
Mayka agarra su abrigo
rojo y se despide de nosotras mientras Liam sale de la casa.
Le dedicamos un par de
escenas de amor antes de que se vaya, (imitamos a dos chicos besándose y le
sacamos la lengua). Mayka nos mata con la mirada antes de salir y en cuanto se
cierra la puerta gritamos y reímos.
-¡¿Habéis visto lo
cortado que estaba Liam?!-pregunta Andrea.
-¡Aw, que mono! –Dice
Ellen.
Seguimos riéndonos
mientras la protagonista de la película descubre que realmente Bobby es un
mujeriego.
[Narra Mayka]
Andamos en silencio. Me
monto en el coche y me pongo a mirar por la ventana mientras él se sube.
Noto que al sentarme la
falda se me ha subido aun más por lo que coloco mi abrigo sobre las piernas.
Por alguna extraña
razón, sonrío.
-¿A dónde vamos? –le
pregunto nerviosa.
Liam, con sus castaños
ojos, me mira. Unas mariposas crecen en mi interior pero se difuminan cuando
recuerdo que esto es como una salida de amigos.
-Bueno, -dice por fin-
íbamos a ir a jugar a los bolos pero…-se pasa la mano por la barba de tres días
mientras me mira- Creo que tener a mi lado a una chica como tú merece que
vayamos a cenar a mi casa.
Abro los ojos.
-¿A tu casa? –digo
riéndome.
Liam me mira y suelta
una carcajada.
-Señorita, es una simple
cena, no habrá postre.-dice divertido.
Intento reprimir una
sonrisa.
-¿Y si el postre me
gusta? –pregunto inocentemente.
Liam me mira antes de
arrancar.
-Pues claro que el
postre te gustaría.
Caigo en la cuenta de
las segundas intenciones que tenia la palabra postre.
-¡Ah vale! ¡Qué postre
no es comerte una tarta! –digo avergonzada.
-Si para ti es comerte
una tarta…-dice Liam divertido.
Le doy un manotazo en el
brazo.
-No seas guarro.-me rio.
-Lo intentaré.
Y mientras me guiña su ojo
derecho, salimos del aparcamiento hacia la cena en su casa.
Aparcamos en un garaje
perteneciente a un gran piso con grandes apartamentos. Me bajo del coche,
produciendo que los volantes de la falda vuelen un poco. Sonrío al recordar
como a Marilyn Monroe se le levantaba el vestido en la película de La Tentación vive Arriba.
-¿Vamos? –pregunta Liam
cundo aun estoy colocándome bien la falda.
-Claro.
Comienzo a andar tras él
después de cerrar la puerta del vehículo.
Subimos en un gran
ascensor donde hablamos de cómo nos va. Al llegar al séptimo piso se para y
salimos a un pequeño pasillo que da a cuatro apartamentos. Nos vamos al de la
letra A.
Liam saca un llavero con
apenas llaves y abre.
La entrada da a un salón
con grandes ventanales. Dos grandes sofás azules con una pequeña mesa en el
centro y con una televisión con unos cuantos años. Alrededor de la televisión
se encuentran numerosas películas y libros colocados en una gran estantería. El
DVD se encuentra bajo el televisor.
Miro a mi izquierda
donde se encuentra la entrada a su habitación. Debe de ser grande, ya que el
marco de la puerta me deja adivinar que antes había una gran puerta allí, ahora
solo hay una cortina de diversos colores.
-Sé que estarás pensando
que la puerta quedaría mejor, pero es más fácil entrar con levantar solo la
cortina.
Me rio.
-No te creas. Me gusta.
-Ven.-pasa por la
cortina.
Le sigo, entrando en su
cuarto.
En este hay una gran
cama de matrimonio con sabanas azules y negras. Numerosas fotografías de
películas están colgadas en la grisácea pared.
-El baño está ahí, para
que lo sepas.-señala la parte derecha de la habitación.
La iluminada habitación
que es el baño también parece enorme.
-Vale. Oye, esto es
enorme.-digo mientras salgo de la habitación.
A los segundos, Liam me
sigue.
-Cierto.
-Pensaba que vivías con
los chicos.-susurro mientras busco la cocina.
Ya la vi. Se encuentra a
mi derecha y solo la separa del salón una barra pintada de colores metálicos.
Me acerco a esta y me siento en los taburetes que la acompañan.
-¿Con los chicos? –Liam
lo pregunta mientras mete un CD en el aparato de música que se encontraba al
lado del televisor y el cual no había visto antes.
-Sí. Como nosotras me
refiero.
Comienza a sonar Imagine de John Lennon.
Se vuelve y me mira.
Esta relajado y parece
feliz.
-Son diversas canciones,
no te preocupes si no te gusta algún artista.
Me muerdo el labio y
asiento.
Liam se acerca,
bailando, a la cocina.
-¿Te apetece cenar…-abre
el frigorífico- no sé, que tal estas pequeñas pizzas?
Saca un cartón donde hay
pequeñas porciones y que se calientan en el horno.
-De acuerdo.-sonrío.
Mientras enciende el
horno para que se caliente y John Lennon sigue cantando me atrevo a comenzar
algún tipo de conversación.
-¿Qué tal os va con
Simon?
Liam, desde el otro lado
de la barra, se apoya en esta quedando a apenas centímetros de mi.
-Nos va bien. Le gusta
mucho nuestro sonido y estuvimos hablando y componiendo un poco los últimos
días.
-Ah, ¿pero os habéis
visto más?
Liam sonríe.
-Sí, cada dos tardes
vamos al estudio con él y diversos profesionales en el mundo de la música.
Me quedo impresionada.
-Que guay.-susurro.
-Sí que lo es.
-¿Habéis compuesto ya
algo? –me atrevo a preguntar.
-Algo habremos
escrito.-dice de manera picara.
Me rio y nos quedamos en
silencio unos segundo mientras Smile de
McFly comienza a sonar por toda la casa.
Después de que las
pequeñas pizzas estuvieran listas, preparamos la espaciosa barra para cenar
allí. Y a la tenue luz de dos lámparas estamos comiendo.
Nos reímos al recordar
el pasado Halloween.
Intento actuar como si
nada de lo de la azotea hubiera ocurrido pero Liam se desvanece de las
conversaciones de vez en cuando con ciertas palabras. Como en la azotea, o la palabra diluviar.
-Mayka.-dice después de
acabar las risas.
Bebo un poco de
Coca-Cola y le miro.
-Sé que te debe de
extrañar que quisiera quedar contigo.
Miro hacia la mesa,
apartando mis ojos de los de él.
-Si bueno, pensé que
querías arreglarlo y que…
Suspiro y alzo la vista.
Liam alza las cejas y
una pequeña sonrisa comienza a aparecer por entre sus labios.
-¿Y qué? –dice
suavemente.
Alza su mano y la coloca
sobre la mía que está apoyada sobre la mesa.
-Y que querías que
volviéramos a ser amigos.-digo mientras la aparto.
Liam, avergonzado deja
su mano sobre la mesa.
-¿Amigos?
Mirándole a los ojos, lo
más seria que puedo le contesto.
-Sí, solo amigos.
Liam parece no
entenderlo. Se levanta y anda hasta encontrarse en frente de mí. Aparta el
taburete que acompañaba al mío. Coloca su mano derecha en mi pierna.
Me pongo nerviosa en el
mismo momento en el que coloca su mano en mi desnuda pierna.
Agradezco que se me
ocurriera la idea de ponerme los cortos pantalones negros que Silvia se pone
para bailar porque así no se me ve nada cuando separo un poco las piernas para
que Liam se coloque lo más cerca de mi posible.
No echo en cuenta su
mano sobre mi rodilla y le miro a los ojos mientras intento no ponerme
nerviosa.
Cosa que no funciona ya
que al mirarlo aumentan los nervios.
-¿Me estás diciendo que
no quieres estar conmigo? –me pregunta a dos centímetros de mi cara.
-Eso mismo es lo que
acabo de decir.-susurro.
-¿Solo amigos? –noto
como sus ojos me miran los labios.
-Solo amigos.
Y me adelanto un poco
para besarle. Procuro no caerme del taburete pero por suerte al estar él
delante de mi acabo apoyándome en él.
No tenemos ningún
cuidado al besarnos. Toda la angustia de haber estado enfadados, todas las tonterías
que nos hemos dicho y lo bien que nos sentimos en estos momentos se ven
reflejados en ese beso el cual ni en broma será el último entre nosotros.
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