martes, 25 de junio de 2013

Capitulo 5


-Iremos en este orden.-dice leyendo un papel- Estudios veterinarios, -Mayka- economía, magisterio, repostería, ingeniería, -Andrea- periodismo,-Laura- medicina, y por ultimo  bellas artes.-Bien, el ultimo para mí.
Comenzamos a andar y entramos en un edificio más blanco que la nieve. Se nota que es aquí donde se estudia para veterinario.

Dos horas y media más tarde. Seguramente más de dos kilómetros andados. Llegamos al lugar donde se estudia bellas artes.
-Me duelen lo pies.-comienzo a cantar.-Y no puedo más…
-A mis las sandalias…Me van a matar.-me sigue Mayka.
-Y todo esto sin merendar.-dice Laura mirando el suelo.
Miramos todas a Andrea que es la siguiente pero no se da cuenta ya que está atenta a lo que dice la señora.  Todas suspiramos.
-Quiero irme a casa…-se queja Laura- me duelen los pies…
-Iros, esperadme afuera en los bancos.-le digo.
No conozco a nadie pero como si hablas te echan una mirada que da miedo…
-¿De verdad? –pregunta Laura.
-Sí, -asiento con la cabeza- esperadme a la salida.
Las tres comienzan a irse. Mayka levanta el pulgar y se van.
-¿Por qué nos vamos? –oigo pregunta a Andrea.
Aunque no es cucho la respuesta.
La mujer comienza a explicarnos como nos tenemos que comportar con algunos profesores, como en las otras carreras, suelta un par de bromas y luego sigue hablando.
Alguien me da un porrazo en el hombro y hace que tenga que dar un par de pasos hacia la izquierda.
Me doy la vuelta para ver quien ha sido.
Un chico de pelo castaño y con las puntas para arriba me mira con unos ojazos azules.
-Perdón.-susurra- ¿Me he perdido mucho?
Es raro que alguien que no te conoce te hable tan normal, pero no tengo ganas de comerme el coco de si es o deja de ser un mafioso…Pero que exagerada soy por dios…
-Un par de bromas y que esa chica de allí, -señalo a una chavala morenita- casi pisa a esa señora.
Se le escapa una sonrisa, tiene unos prefectos dientes blancos.
-¿Es tu primer año? –me pregunta. Se ha colocado a mi derecha, por unos cuantos centímetros es más alto que yo.
Lleva una camiseta azul y unos pantalones negros.
-Si.-me limito a responder.
-Perdón, -vuelve a decirme- soy Louis.-me tiende la mano.
La cojo. Y no duro más de dos segundo junto a ella.
-Yo Cristina.-le sonrío.
-Crris-tina-dice con dificultad, ¿Eres de por aquí? –me pregunta sonriendo.
-No. Soy de España.
-Bueno, pues encantado Crris-tina.-no puedo evitar reírme- ¿No tendrás algún mote, no?
Niego con la cabeza.
-Mi nombre tiene un diminutivo pero creo que será igual de difícil.
Estamos hablando entre susurros. La señora ya nos ha mirado un par de veces pero Louis sabe disimular bien.
-¿Cómo es ese diminutivo?
-Cristi.
-¿Cristi? –dice sin que le cueste mucho.
-Sí.
-Pues con ese te quedas.
Sonrío. Cristina es igual que Cristi, es decir, le ha quitado una silaba que no es difícil de pronunciar.
Louis se quita de mi lado y se acerca a la señora.
-Señora Brown, me manda el profesor de economía, ¿sabe donde se puede encontrar Amy, la secretaria?
-No.-dice negando con la cabeza.
Louis asiente y se da la vuelta, pero cuando va a comenzar a irse la Señora Brown le coge del brazo para colocarlo a su lado. Al lado de ella Louis parece un gigante.
-Chicos, este es el señor Tomlinson.
-Louis para los amigos.-puntualiza en mi dirección.
-Eso, no encontraran a nadie al que se le hayan permitido más bromas en este centro. –Louis la mira sonriendo y ella le devuelve la sonrisa- ¿Qué curso comienza ya Tomlinson?
-Tercero, señorita.
Me recuerda a un niño pequeño.
-Pues suerte este curso.
Lo suelta y con una sonrisa Louis se va de la habitación.
Me ha caído bien este chico…con que estudia economía…
-Bueno señores, después de esta pequeña pausa, sigamos.
La señora Brown comienza a andar por el pasillo. En este hay numerosos cuadros y corchos con fotos de viajes y profesores. Hay numerosas fotos de bailarines y me quedo observándolas ya que el entorno en el que estos se encuentran se parece mucho a la academia de Silvia y Rocío.
Me quedo atrás en el grupo.
-¿Señorita? ¿Tiene algún problema? –alza la voz la Sra. Brown.
-No, disculpe. –comienzo a andar.
Y me entra la duda de si será la academia de Silvia y Rocío. La Sra. Brown me sigue mirando y aprovecho esa incomoda mirada.
-¿Señora Brown, las fotos de aquel tablón están relacionadas con la academia de danza artística y música,  Pineapple?
Asiente. Y comienza a andar hacia delante, haciendo que tenga que pegar un par de  empujones para poder colocarme a su lado y escucharla.
-Esta universidad tiene numerosos alumnos en esa academia. No es tan solo de baile y música, sino que también es de actuación. -Asiento- ¿Cómo que conoce las instalaciones de la academia Pineapple?
-Unas amigas ha comenzado a estudiar allí.
La Sra. Brown asiente y comienza a explicarnos la historia de un profesor que hay colgado de la pared. Y esta vez debo de estar atenta ya que me encuentro en primera fila.
 ***
-¡Por fin! –grita Laura mientras alza las manos al cielo.
-¡Aleluya! –cantan Mayka.
Salgo del grupo con el que venía.
Ya solo quedamos nosotras y algunos pequeños grupos más en el patio.
Reconozco el Grupo de las chupas de cuero y al chaval que nos pidió la hora antes.
-¿Qué como ha estado? –me pregunta Andrea mientras salimos del patio.
Comenzamos a andar por un camino que rodea el césped. Y para mi gusto, pasaremos demasiado cerca del Grupo de las chupas de cuero.
Me hace gracia. Cada vez que pienso ese nombre, en  mi mente suena una música que impone un poco.
-Ha estado bien. –Le respondo- Pero me he aburrido demasiado.
Andrea comienza a reírse. Las dos nos hemos quedado atrás ya que a Laura y Mayka les ha entrado prisa y ya están casi saliendo por la puerta.
Todos los que estaban esperando a compañeros o amigos, salen a la vez que nosotras lo que hace que me agarre al hombro de Andrea para no perderme.  Pasamos al lado de Los chupas de cuero y por suerte estos, ni se inmutan.
Andrea sigue andando hacia delante, y después de numerosos empujones salimos.
Las dos nos están esperando al lado de una farola, Rocío y Silvia las acompañan.
Silvia esta diferente a esta mañana. Lleva una coleta cogida, y va con unos vaqueros y una camiseta. La mochila lila cuelga de su hombro izquierdo. En cambio Rocío esta casi igual, excepto por que le brillan los labios, debido a un gloss que se habrá tenido que juntar.
Suelto a Andrea y comenzamos a andar una al lado de la otra.
-¡Pero qué tardonas sois! –nos grita Rocío, riéndose.
Mientras niego con la cabeza y le sonrío, alguien me empuja.
Me doy la vuelta para ver quién habrá sido esta vez. Y los mismos ojos azules de antes me miran a los ojos.
-Perdona.-dice Louis riéndose- Hoy estoy un poco patoso.
Noto como Andrea ha seguido andando hacia delante.
<< ¡Andrea no me dejes sola!>>
Grito en mi mente pero, como es normal, Andrea no me ha escuchado.
-No te preocupes, -digo tocándome el hombro- aunque otro más y me dejas el hombro por los suelos.
Ambos nos reímos.
-Bueno, nos vemos… ¿Cristi era, no?
-Era y es.
Me sonríe.
-Pues hasta luego Cristi.
-Nos vemos, Louis.-digo cuando ya se ha dado la vuelta.
Se vuelve un segundo para despedirse con la mano y se va con unos amigos.
Cuando llego al sitio donde se encuentran las chicas, las veo sonreír con maldad.
-¿Quién era ese? –dice Laura moviendo las cejas arriba y abajo.
No puedo evitar reírme.
-Es un chico que conocí nada mas iros.
Las chicas abren los ojos como si hubieran visto un fantasma.
-¿En serio?-pregunta Mayka
Asiento mientras hago una mueca.
-¿Nos lo presentaras, no?
-Pues claro.-digo mientras hago una pose con la mano.
-Venga, anda, que tengo ganas de sentarme.-dice Silvia comenzando a andar.
Todas la seguimos. Me coloco a su lado.  Todas somos casi de la misma altura. Solo nos separaran de ser iguales un par de centímetros.
-Y a ti, ¿Cómo te ha ido? –digo mientras le doy un toquecito con mi codo en el suyo.
-Bien.-dice riéndose.
-¡Te ha pasado algo! –comienzo a saltar.
Me agarra del brazo para que deje de saltar.
-No, no me ha pasado nada.-está aguantando la risa.
-¡Pero si te quieres reír! –señalo su comisura de los labios.
Seguimos andando hacia delante. Mayka que está en el otro lado de Silvia se está riendo también, seguramente porque piensa lo mismo que yo. O porque no puede evitarlo.
-¡Pero es porque no ves las caras que pones, Cristi!
-¿Yo caras?-digo intentando mantenerme seria.
-Sí, pones caras.
-Bueno vale, ¿pero cómo te fue?
-Bien, ya nos tenemos que aprender una coreografía.
-¿Ya? ¿No es muy pronto?
Nos paramos junto más personas en un paso de cebra.
-Al parecer no lo es.
En ese momento se me viene a la mente lo que tienen en común su academia y nuestra universidad.
-¡Chicas! –Digo lo más fuerte que puedo para que me escuchen- No sabéis lo que he descubierto.
-¿El qué? –pregunta Rocío mientras alza las cejas.
Las demás asienten para que responda.
-Nuestra universidad tiene alumnos en común con vuestra academia.
-¿Si? –dice extrañada Andrea.
-¿Y cómo te has enterado de eso? –pregunta, esta vez, Laura.
-Es que en mi edificio hay numerosas fotos de vuestra academia.-miro a Rocío y a Silvia- y como estaba ya aburrida de la señora esa, le pregunte sobre que hacían esas fotos allí.
Todas asienten.
El semáforo se pone en verde por lo que una marea de personas comenzamos a cruzar.


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