*Finales de Septiembre de 2013*
Cuatro años han pasado desde que prometimos
ahorrar. Cuatro años llevamos soñando. Cuatro años llevamos ahorrando. Y
después de estos años mañana es el día.
Aunque no tengo ganas de volver a estudiar
quiero mudarme con las chicas.
Sé que echare de menos a mi familia pero,
si no hago estas cosas ahora… ¿Cuándo podre hacerlas?
Estamos a 25 de septiembre. Noto como el
verano se va. Me está comenzando a entrar el aburrimiento de todos los años
sabiendo que, cuando comience octubre todo volverá a ser rutina. Pero este año
será diferente.
No voy a estar en casa. No voy a estudiar
miles de asignaturas. Bueno, eso sí pero serán las que me gustan. Y aun así,
después de todas estas cosas. No estoy alegre. Tengo miedo de irme. No quiero
irme.
Siempre me pasó lo mismo cuando me iba de
excursión con el colegio demasiados días. No quería ir, luego me lo pasaba bien
pero, no veía la hora de volver. Ahora creo que es el mejor momento para
madurar y sé que debo hacerlo. Pero me es difícil.
26 de septiembre 2013
El aire es frío a esta hora de la mañana.
Estoy tan nerviosa que me cuesta tragar saliva. No he tenido ganas de comer y
estoy muerta de miedo. Estoy tan desganada que me he limitado a ponerme unos
vaqueros y una camiseta negra en la que pone en plateado Galaxy Defenders Stay Forever.
Aunque al ver a Silvia venir con Mayka
desde la otra punta del aparcamiento me relajo. Silvia se ha dejado su pelo,
castaño oscuro, suelto. Lo tiene un poco más largo de los hombros. Al contrario
Mayka se ha recogido su pelo rizado y castaño en una coleta llena de pequeños
rizos.
Al
acercarnos nuestros padres comienzan a hablar. Son muy amigos, puede que
demasiado. Pero nos da igual.
-Hola.-me limito a decir.
-¡Buenos días! –dice las dos a la vez.
Nos esperamos un momento, quietas, dejando
que nuestros padres y madres pasen hacia delante. Llevo mi maleta roja en la
mano derecha y una mochila negra que me ha dejado mi padre, en el hombro
izquierdo. Silvia lleva una maleta grande y azul, y Mayka una del mismo tamaño,
negra y con detalles en blanco y dorado.
-¿Nerviosas? –pregunto mientras miro el suelo.
-No, más bien yo estoy ansiosa.
Entramos en el aeropuerto, apenas hay
gente. Son las ocho de la mañana. ¿Tan temprano para ir a Inglaterra? Pues me
temo que sí.
Nuestros padres han estado hablando con una
señora que hará de nuestra Canguro mientras
estemos allí. No va a ser una canguro noche y día, solo nos ayudara si tenemos
alguna duda.
Quedaron con ella a las nueve y diez en el
aeropuerto, nos llevara al apartamento y a partir de ahí seremos literalmente
mayores.
Seguimos andando hacia los sillones que
están delante de una gran pantalla que nos informa sobre los vuelos. Nos
sentamos. Nuestros padres siguen hablando. Silvia y Mayka también, pero yo, en
estos momentos prefiero estar callada y sentarme al lado de mi hermana.
Me mira
a los ojos y como siempre me conoce bien y elige no hablar, solo se
queda sentada a mi lado. De vez en cuando hace alguna broma que me hace reír,
pero no más.
En Londres por primera vez no coincidiremos
en las clases.
Silvia y Rocío irán a Pineapple, una
escuela de baile y música que se encuentra en Covent Garden.
Silvia y Rocío serán las únicas que vayan solas, ya
que a las demás nos coinciden las carreras en una misma universidad. Las demás
iremos a la Universidad de Westminster. Allí se pueden estudiar diferentes
carreras y es un lugar muy bien…No sé, ¿decorado?
-Por favor, los pasajeros del vuelo 237
hacia Londres, Inglaterra. Vayan pasando por la puerta de embarque numero 7.
Me levanto del asiento. A la primera que
miro es a mi hermana, no tiene expresión en la cara.
Le doy un beso en la mejilla y la abrazo.
-Estudia.-se lo digo en el oído.
-Ya lo sé.-me responde en el oído en el
mismo tono.
Luego me voy hacia mis padres. La primera
es mi madre, es más bajita que yo por lo que la abrazo por los hombros.
-Come bien, pórtate bien. Que no me llame
Emma diciendo que te estás portando mal.-se me escapa una sonrisa.
-Sí, mama.
Luego es el turno de mi padre. Ahora es el
que tiene que abrazarme por los hombros.
-No vayas a bares raros, que ahora meten
drogas por todos lados.-le estaba abrazando por lo que no le vi la cara al
decirme eso.
Al decirlo me separo de él y lo miro.
Comienza a reírse.
-¿A qué bares ibas tu papa? –digo riéndome.
-A unos a los que no deberías de ir tú.
Riéndome comienzo a negar con la cabeza.
Creo que nadie puede tener unos padres como los míos.
Después de minutos despidiéndonos, nos
acercamos a la puerta numero 7. Allí se encuentran Laura, Andrea y Rocío. Al
parecer habrán tenido que llegar las primeras.
Nos saludamos. Ahora sí. Ahora sí que tengo
ganas de irme de viajes con estas locas.
Me enganché a tu novela. Escribes realmente genial, ¿sabes? Sigue la novela por favor, que está muy interesantoña. Te sigo :D
ResponderEliminarBesukiss :DD
Ohh!! Muchísimas gracias!! Te agradezco tu opinion y espero que te siga gustando como la sigo =D
Eliminar