sábado, 26 de octubre de 2013

Capitulo 36


“Si no lo veo no lo creo. ¿Zayn a mi lado? Pensaba  que estaría enfadado por lo que le dije.
-¿Sabes? Deje a Karen hace unos días.-me toca suavemente la nariz.
El sol le da de perfil y le oscurece las facciones de la cara, de todas maneras, por primera vez hago caso a mis impulsos y le beso, de manera sencilla y relajada.
Cuando abro los ojos esperando ver sus tan preciosos ojos oscuros, me encuentro con unos azulados.
-¿Max?
-¿Si, Cristi? –Coge un mechón de mi pelo y lo coloca detrás de la oreja- ¿No te gusta el logo?”
Por primera vez en mi vida me siento en la cama mientras respiro. No estoy asustada, ni mucho menos. Solo estoy algo confusa.
No detengo mi impulso de tocarme los labios. Suaves y secos.
¿Qué ha podido significar esto?
Miro hacia la ventana, donde la noche abriga a Londres como una manta. E intento relajarme mientras observo el techo.
No. No pueden gustarme los dos. Es…es imposible. Sabría si me gusta Max o no. Pero, entonces, ¿Por qué he soñado con él?
Cristina, no te gusta Max. No. No es así. ¿No?
Niego con la cabeza.
No. Pero, ¿Por qué me estoy liando tanto?
Si tengo los sentimientos tan claros, ¿Por qué me estoy haciendo tantas preguntas?
No me entiendo.
¡Pensaré en una canción!
Comienzo a pensar en la letra de Part of Me de Katy, pero acabo pensando en otra cosa. Y me duermo.

-Buenos días.-susurra Laura.
-Hola.-escucho como Rocío se levanta de la cama.
-¿Qué te pasa? ¿No has dormido?
-Si he dormido.-dice Rocío riéndose- Pero esta noche he visitado demasiado el baño. Creo que no voy a volver a beber agua antes de acostarme.
-¿A quién se le ocurriría?-Laura se ríe.
-¿A mí?
Las dos comienzan a reírse. Dejo de mirar la ventana y me doy la vuelta, quedando boca arriba.
-Hola.-vuelvo la cabeza y las miro.
Me estiro de manera que no me levanto ni un centímetro de la cama.
-¿Te hemos despertado?-me pregunta Rocío.
-No.
 -Ah vale.-dice entre risas.
-¿Qué tenemos que hacer hoy? –les pregunto mientras me siento en la cama.
Laura saca de su armario una cazadora negra con detalles dorados, y Rocío vuelve a tirarse en la cama.
-Ir a la Universidad.-Laura pone una mueca triste.
Me rio mientras intento ponerme en pie. No puedo y vuelvo a tirarme hacia a tras quedando con la cabeza en la almohada.
-¿Qué puedo ponerme? –pregunta Rocío desde su cama.
Las dos estamos casi en las mismas condiciones. Ambas tiradas en sus camas mirando los armarios, solo que ella está más despierta y activa que yo.
-Puedes ir en ropa interior, seguro que a Dylan le encanta.-digo divertida.
-Y a los de la banda.-añade Laura.
Comenzamos a reírnos mientras Rocío coge color.
-Que graciosas.-nos saca la lengua- No hace gracia.
Y para llevarle la contraria y hacerla rabiar, nos seguimos riendo.
***
-¿Podemos parar en este supermercado? No tenemos mucha comida.-Andrea señala el edificio.
No es muy grande, pero seguro que tendrá comida suficiente para nosotras seis.
Hace media horita que hemos salido de las clases. He estado hablando con Max sobre la hora en la que podríamos quedar, y a las seis viene a recogerme. Lo que no sé es a donde me llevara a pintar un logo.
Mientras hablaba con él, no pude evitar pensar en el sueño. Y eso, me puso muy nerviosa.
-Vale. Entremos.-dice Mayka mientras pasa por la puerta automática.
Adentro solo encuentras hileras e hileras de estanterías con comida. Deduzco que en las paredes están los congelados. Es raro. Pero esta guay.
Cogemos una cesta, que Laura se encarga de llevar.
-¿Voy a por la patatas? –pregunto señalando mi derecha.
-Vale, yo voy a por el pan. Mayka, ¿puedes ir a coger los yogures?-Andrea alza ambas cejas.
-Y, ¿Dónde está eso?
-No sé. Tú busca, yo tampoco sé donde están las patatas.
-Laura es un alma libre.-dice Laura mientras alza los brazos y entra en un pasillo.
Y entre risas nos separamos en el supermercado.
Entro en el primer pasillo que me llama la atención, miro a mi izquierda. A mi derecha, y no veo las patatas. Cojo un bote de Cola-Cao, y algo de chocolate caliente. Salgo de ese pasillo.
Entro en el siguiente, hay golosinas y bollería. Me acerco y cojo lo que siempre nos gustara. Galletas, donuts y magdalenas.
Lo llevo como puedo así que comienzo a buscar a Laura.
Al pasar por un pasillo me encuentro a Mayka.
-Las patatas están allí.-señala que tengo que seguir recto.
-Gracias.-digo cuando ya la he perdido de vista.

Entro en el pasillo, y me encuentro a Laura con un bote y comiendo de él. Me acerco.
-Toma.-lo suelto todo en la bolsa.
Me fijo en el bote. Nutella.
-¿Esta buena?
-Sí, mucho.-se chupa el dedo- ¿Quieres?
-No, gracias.-me rio.
-¿Qué patatas cogemos? –me quedo mirando el gran estante.
-No se.-noto que se gira en la misma dirección.
Miro de izquierda a derecha los colores.
Rojo. Lila. Amarillo. Verde. Negro. Verde. Amarillo. Azul.
-¿Esa rosa? –le pregunto a Laura.
-¿De qué es? –alza la mano para coger el paquete.
Muchas flores y bocadillos de comics, nos dejan claro que es de hamburguesa.
-¿De verdad? –pregunto mientras le doy la vuelta al paquete.
-Si.-Laura se ríe.
-Chicas, por favor dejadme sitio para poner esto.
Andrea aparece con dos barras de pan, pan de molde, y de hamburguesas.
Los coloca con cuidado en la bolsa.
-¡Mira de hamburguesa! –Laura echa las patatas a la bolsa.
-Anda ya.-Andrea examina el paquete- Que guay.
-¿Nos vamos ya? –Mayka se acerca a nosotras con muchos yogures en las manos.
-Sí.-Andrea la ayuda con algunos yogures- me tengo que preparar.
-¿Para qué? –pregunto mientras observo la bolsa.
-La cita.-dice como si tuviera que saberlo.
-Es verdad.-coloco mi mano en la cabeza.
Llegamos a la caja y comenzamos a colocar las cosas sobre la cinta oscura.
***
Mi teléfono comienza a sonar. Cherry Cola de McFly, resuena en mi habitación mientras me acerco a la mesilla de mi derecha.
Max.
-Hola.-digo sonriente.
-Hola Cris, ¿puedes bajar? Te estoy esperando abajo.
¡¿Qué?! Miro el reloj nerviosa y asustada.
-No te asustes, es que quiero enseñarte algo.
Max ha venido una hora antes, claro está, no había comenzado ni siquiera a prepararme. Cojo los primeros zapatos que veo, que resultan ser, mis converses negras.
Me debo de comprar otras, al menos, para que aparenten mejor aspecto.
Me acerco al tocador a prisas. No me gusta mi pelo hoy. Cojo unas pequeñas horquillas oscuras y me aguanto con ellas algunos mechones que amenazan con tapar mi vista.
Me enseño los  dientes. Lucen blancos, pero prefiero lavármelos.
Comienzo a correr hacia el baño, Andrea está entrando en este con la monísima ropa que se pondrá.
-¿Andrea me dejas coger el cepillo de dientes?
-Claro.-me lo lanza mientras con la mano izquierda deja sus vaqueros color mostaza sobre el lavabo.
-Gracias.-comienzo a andar por el pasillo- ¡La pasta!
Al darme la vuelta, Andrea ya está en la puerta de baño con esta en la mano.
-Gracias de nuevo.-digo riéndome.
-De nada.-cierra la puerta suavemente.
Salgo del pasillo y voy hacia la cocina, donde me lavo los dientes.
Me llevo la pasta y el cepillo a mi cuarto.
Cojo el bolso a prisas, meto el móvil, la cartera, y cojo la carpeta del bloc y los lápices. Mientras salgo por la puerta me acuerdo del perfume. Corro un poco hacia él. Me echo un poco sobre mi cuello y salgo.
-¿Qué pronto no? –pregunta Silvia mientras observa la hora en la televisión.
-Que le voy a hacer.-me encojo de hombros- necesitare inspiración.
-Pásatelo bien.
-Lo hare.
Max me espera apoyado en su coche. Lo saludo con dos besos y entramos en este.
-¿Conoces la tienda InstaArt?-arranca.
-No.-respondo mientras intento hacer memoria.
-Mejor.
Coloca una media sonrisa en la comisura derecha, y mirando a la carretera, comenzamos a hablar.
Sobre teatro, mis compañeros, los libros que he leído, películas y tiendas cercanas.
Entramos en una calle llena de almacenes, coloridos y con numerosos coches a sus lados. Aparcamos en uno donde un cartel, con el nombre de la tienda nos da la bienvenida.
Me bajo del coche, al igual que hace Max. Y corro a ponerme a su lado.
-Aquí puedes venir cada vez que tengas un proyecto o hasta poca inspiración. Es hermosa la tienda.-las puertas mecánicas se abren- Espero que te guste.
No me equivocaba. Es un almacén grandísimo y el techo se encuentra a una altura considerable. En el techo se encuentran unos paneles translucidos que dejan iluminar la tienda con la grisácea luz del día.
Las paredes blancas están acompañadas de numerosas estanterías con diferentes tipos de pintura, lienzos, blocs, libros teóricos, lápices y todo lo que puedas necesitar para dedicarte al arte.
Pasamos cerca de unas postales de Marilyn Monroe preciosas, los muchos cuadros que se encuentran colgados son precios. Coloridos y originales.
-¡Vaya!-digo casi en un susurro.
-Ya.-Max suspira- a mí también me gusta.-me coge de la mano-Ven.
Nos acercamos a una mesa enorme de madera donde, a ambos lados, puedes tocar diferentes papeles, con diferentes estilos de texturas.
-Mira este.-señala uno verde con un diseño parecido al militar.
Lo toco. Su textura rugosa y suave, me hace preguntarme para qué utilizaran ese papel.
-¿Por qué me trajiste aquí? –digo después de haber dejado un libro de Manga en la estantería.
Él, no deja el suyo de grafitis.
-No me sentía inspirado. Pensaba que, si veníamos, podría coger alguna que otra inspiración sobre qué hacer.-deja el libro.
No puedo evitar sonreír, suspiro mientras me acerco a él.
-Deberíamos irnos. Tenemos que dibujar.
-Vale.-dice de manera pesada para luego reírse- Iremos al parque.
Me coge la mano y me dirige al coche.

-Vale.-me siento en la mesa del parque.
No hay muchas personas, puesto que está nublado y hace frio. Pero por lo demás, no creo que llueva. Al menos, no ahora.
Saco todos los materiales.
-Comencemos.
Max se sienta a mi lado.
Probamos con números, letras griegas que podamos llegar a entender, dibujos que sirvan como letras y formen palabras. Notas musicales, estrellas. Pero al final nos quedamos con una que hicimos de broma mientras se nos ocurría lo de escribir las palabras con formas estelares.
El uno indica lo que es una Direction, le sigue lo que sería el –NE. La D siguiente en mayúsculas y lo que le sigue, en palabras antiguas y trabajadas.
-Me gusta.-digo mientras cojo el rojo para darle color.
Comienza a chispear, y sin hablar y riéndonos, comenzamos a recoger mientras la lluvia aumenta su intensidad. No cae mucha, es suave y casi ni se nota, pero te cala poco a poco.
Cierro mi bolso mientras Max, guarda su móvil en sus pantalones.
-Lloverá hasta las siete.-dice ya mojado.
-Va da igual.-doy una vuelta sobre mi misma- Me encanta esto.
Comienzo a reírme mientras siento las frías gotas de lluvia resbalar por mi cara.
-¿Tienes frio?-me pregunta Max mientras comienza a andar hacia mí.
-No.-escondo mis frías manos a la espalda.
Max sigue acercándose. Se lo que intenta hacer y ni siquiera lo evito.
En el momento en el que nuestros labios llegaran a rozarse, alguien grita.
-¿Queréis un paraguas?
Max chasquea la lengua mientras se da la vuelta para no mirar al individuo.

-No gracias.-hago de mi mano un puño- Zayn.

sábado, 19 de octubre de 2013

Capitulo 35


-¿Louis? –pregunta Mayka extrañada.
Se hace un silencio, mientras las demás seguimos comiendo y observando a Mayka hablar por el teléfono.
-Sí, claro.-dice con una sonrisa en la cara- Andrea, Louis te quiere preguntar algo.
Andrea alza una ceja y, de manera casi inaudible, se acerca a Mayka.
-¿A mí?
Mayka asiente.
-Hola.-saluda y Louis comienza a hablar por el otro lado.
Mayka se acerca a nosotras, coge una patata y se sienta.
-¿Qué querrá?-pregunta Silvia mientras deja en la mesa su servilleta.
-No lo sé.-Mayka se encoge de hombros.
-Bueno, -Laura se echa hacia atrás en la silla- ¿Qué diferencia al Hobbit de El Señor de los Anillos?
-Pues que el Hobbit…-comienza Mayka.
-Cristi.-me llama Rocío.
Esta a mi derecha, por lo que me inclino hacia ella.
-¿Qué?
-Dylan y yo nos preguntábamos, -Rocío se muerde el labio- si nos podrías hacer un favor.
Abro los ojos. Vuelvo a intentar alzar una ceja. Pero no me sale y acabo poniendo una mueca extraña.
-¿Qué clase de favor? –subo y bajo las cejas, me rio.
-Tonta.-Rocío se ríe- Es que, el otro día, mientras pasábamos por una tienda, vimos como algunos grupos hacían publicidad con un logo y dibujos, y pues, se me ocurrió, bueno, a Dylan se le ocurrió que podrías hacerlo tu.
No me parece mala idea.
-Pero, ¿Qué opinan los demás?
-No lo saben. Dylan quiere darles una sorpresa.
Abro los ojos, considerando el favor.
-Claro, adiós.-se despide Andrea.

No estábamos hablando muy fuerte por lo que cuando cuelga y se queda con el teléfono en la mano, todas la estamos mirando.
-Me ha pedido una cita.-dice en un leve susurro.
Sus ojos esta colocados en el suelo, abiertos de par en par. Y sus comisuras de los labios están ligeramente alzadas.
-Me ha pedido una cita.-dice ahora más fuerte.
Comenzamos a reírnos, mientras Andrea comienza a bailar.
***
Saco de mi maleta el bloc de dibujo mientras busco con la mirada los lápices y pinturas que necesito. Jade comienza a darle vueltas a un lápiz rojo, una y otra, hasta que se le cae al suelo.
Encuentro los lápices y los saco. Tenemos una hora libre ya que, nuestro profesor de Teoría Artística, parece que ha cogido la gripe.
Las mesas están colocadas de dos en dos. Me siento más pequeña en esta clase, me recuerda al instituto, a mis compañeros y a divertirme en las clases. Las seis juntas.
Abro el bloc por la última hoja. No está en blanco. Siempre que me aburro pinto allí. Busco un trozo blanco para poder pintar.
Quiero intentar dibujar el logo que me pidió Rocío, no me siento muy “inspirada”, pero no tengo nada mejor que hacer.
Comienzo a hacer rayas, unos ojos, tal vez, algo parecido a un micrófono.
Ladeo la cabeza.
No, más bien es un palo con demasiadas hormigas sobre él.
Comienzo a reírme.
-¿Qué pasa?-pregunta Jade, mientras pasea la mirada entre la rosa que ha dibujado y mis ojos.
-Mira.-le señalo el “micrófono”- ¿Qué crees que es?
En su frente aparecen unas pequeñas arrugas mientras fija la vista en el dibujo.
-Tal vez, ¿un helado con pepitas de chocolate?-alza las cejas y sonríe.
-Un micrófono.-le digo.
Comienza a reírse.
-No te rías, que apenas he visto micrófonos.
Para de reírse, en el asiento, se ladea en mi dirección y me aplasta los mofletes.
-Cristi, una cosa es no haber visto un micrófono. Y otra, -mira el dibujo- eso.-dice con gracia.
-Vale, vale.-le pongo las manos en los mofletes. Al igual que él me las ha puesto a mí- Ya sé que no me ha salido bien.
-Eso es poco. Parece un churro que se le ha caído al suelo a alguien.
-Gracias.-le digo de manera en la que dejo claro que le he entendido.
***
-Max.-lo llamo por el pasillo.
Acabo de salir de mi hora libre. Ahora nos toca el descanso, pero la verdad, no tengo ganas de descansar.
Hoy me he levantado más activa de lo normal. Y eso que no he tomado ni café ni Coca-Cola.
Max se da la vuelta.
-Hola.-me saluda un poco extrañado.
-Hola, ¿Puedo hacerte una pregunta?
-¿Otra?
-¿Qué otra? –le pregunto extrañada.
-Nada.-comienza a reírse- Dime.
-¿Puedes ayudarme a realizar un logo para unos amigos?
Alza una ceja, extrañado. Por la expresión de su cara se que la respuesta será negativa por lo que comienzo a hablar.
-Es que he intentado hacerlo pero no se me ocurre nada original y diver…
-Lo hare.-me corta.
Sonrío.
-Gracias.
-Pero, ¿podemos quedar mañana? Hoy no puedo.-dice mientras mira  su reloj.
-Claro...Hasta luego.
Se despide con la mano, y comienza a andar deprisa hacia la salida. Soy tonta, ¿Cómo no me he dado cuenta que tenía algo que hacer?
Ni se me ha pasado por la mente.
Comienzo a andar hacia la salida. Por el pasillo, esquivo a numerosos estudiantes que tienen prisas y que no se pueden permitir parar ni un momento. Veo un reflejo y giro la cabeza hacia mi derecha, donde Dylan y Niall están recogiendo sus instrumentos.
-Hola chicos.-me acerco a ellos.
-Hola.-dicen ambos a la vez mientras intercambian las carpetas de apuntes por las de partituras.
-Dylan, ¿puedo hablar contigo?
Este se da la vuelta extrañado.
-Ah. Y conmigo no, ¿no? –pregunta Niall mientras alza las cejas y tuerce la boca.
Comienzo a reírme.
-Es por lo del extraño favor.
Miro a Niall. Este alza una ceja. Y me mira con expresión de incredulidad.
-No pienses mal.-le señalo con el dedo.
Niall comienza a reírse.
-Vale, vale. Hasta luego.- me da una palmadita en el hombro y comienza a irse.
-Lo del logo.-comienzo cuando ya esta lo bastante lejos.
-¿Si?
-¿Para cuándo lo quieres? –le pregunto sin poder evitar comenzar a mover las manos.
Dylan comienza a mirar el techo.
-El viernes estrenamos la nueva canción, -susurra para sí mismo- estamos a martes. –Pierde la mirada en algo lejano a nosotros- ¿Cómo muy tarde el viernes? –Pregunta algo incomodo- Es que, estaría bien presentar la nueva canción ya con un logo hecho.
Comienzo a meditarlo. Y me doy cuenta de que no me importa tener poco tiempo.
-Vale.-comienzo a darme la vuelta- El viernes te lo doy antes de abrir.
-De acuerdo.-dice alegre.
-Adiós.
Ambos nos despedimos con la mano, y yo, comienzo a andar hacia donde me encuentro con las chicas.
***
[Narra Silvia]
Llevo solo unos segundos esperando a Niall en el portal de casa. En esos pocos segundos me he puesto nerviosa.
Las chicas me han preguntado durante toda la tarde si lo estaba, y no era así. Pero desde que lo estoy esperando, he comenzado a dudar sobre si esta era la hora que acordamos o sobre si le gustaran mis vaqueros.
No sabía lo que íbamos a hacer, por lo que me he vestido, con vaqueros oscuros, y sobre la camiseta, una calentita sudadera morada. Meto las manos en los bolsillos.
Niall aparece por mi derecha con una bolsa enorme sobre la espalda.
-Hola.-le saludo con una enorme sonrisa y a dos metros de él.
Nos acercamos y nos damos un beso rápido pero sincero. Me cuesta separarme de Niall, pero consigo hacerlo.
-¿Qué vamos a hacer? –pregunto mirando la bolsa.
Su chaqueta roja está cerrada hasta más no poder. Pero, en cambio, lleva las mangas remangadas hasta la altura del codo.
-Patinar.-dice con una enorme sonrisa en la boca.
Debo de haber puesto una mueca algo extraña ya que cambia su expresión.
-Pero si no quieres podemos…
-No, no-lo corto- vamos.
Extiende su mano para entrelazarla con la mía, y eso hago.
Admito, que no suelo patinar mucho, ni siquiera creo poder aguantar en pie. Pero creo que le hace ilusión que le acompañe. Patinar. Eso es mas para chicas que tienen equilibrio, y a mí me suele faltar.
Andamos hacia un parque cercano a nuestra casa. Apenas hay personas en el. Nos sentamos en un banco y comienzo a quitarme las zapatillas de correr.
-¿Sueles patinar mucho?-le pregunto mientras me comienzo a quitar el nudo rosa que se ha formado.
-No. De vez en cuando.-noto como alza la cabeza- la verdad patino cuando me aburro.
Asiento. Consigo quitarme el zapato, y cojo la primera bota.
Los patines son negros y con detalles florales azules.
Meto el pie, que se resbala por la bota hasta quedar en su sitio. Entonces, comienzo a ajustar todo.
Niall se pone en pie. Ya preparado para comenzar a patinar. Comienza a guardar sus zapatos en la bolsa.
-¿Y tú, patinas?-me pregunta mientras extiende la mano para que le de mis zapatos.
Termino de quitarme el zapato del pie izquierdo y se los paso.
-No mucho.-miento.
Asiente lentamente y, mientras me termino de colocar los patines, él se echa la bolsa a la espalda y comienza a patinar a mi alrededor.
Con nervios, me termino de poner el segundo patín, y me pongo en pie.
Bien, esto no fue difícil. Arrastro el pie derecho hacia delante, le sigue el izquierdo. Repito eso unas cuantas veces, hasta que me da por confirmar si Niall se encuentra detrás de mí. Giro la cabeza hacia atrás.
Este, con una sonrisa en la cara y con agilidad, se acerca a mí.
-¿A dónde ibas? –me pregunta mientras me abraza.
-Pensaba que me seguías.-me excuso.
Me besa la frente.
-Vamos cielo.-tira de mí sin dejarme decir nada.
Comenzamos a patinar por el parque. Mi vista esta fija al suelo, pero mi cabeza está en otra parte.
Me ha llamado cielo. Noto como sonrío. ¿Qué podría haberle respondido? ¿Ya voy…pajarito?
No, eso no. ¿Mi amor? ¿Mi furby?

Comienzo a reírme mientras yo misma me llevo la contraria.
-Cuidado.-me advierte mientras bajamos una cuesta.
La cuesta no es muy alta, realmente no debo caerme por lo que sigo sus pasos. Me quedo quieta mientras la gravedad hace que baje.
Noto como la velocidad aumenta de manera considerable. Como las ondulaciones del paseo se notan más aquí, y comienzo a perder el equilibrio.
Niall ha cogido tal velocidad que se encuentra a unos diez metros de mí. Veo un árbol y comienzo a inclinar los pies en su dirección.
A medida que me acerco observo que el árbol está más lejano a la carretera de lo que pensaba. Y ahí es cuando caigo.
El culo queda entre la carretera y la hierva. Mi mano, magullada por el asfalto.
En segundos, un dolor intenso asciende desde el culo hasta todos mis sentidos. Al caerme me he hecho daño, y mucho.
Noto como Niall se da la vuelta y me ve sentada en el suelo, comienzo a disimular e intento esconder las lágrimas que acechan con caer.
-¿Estás bien?-me pregunta cuando llega.
-Si.-me echo un poco más hacia delante, quedando todo mi cuerpo sobre el césped. Me inclino hacia atrás.- Solo quería sentarme.
-¿Cómo te has caído? –pregunta riéndose.
-No me he caído. Solo quería mirar…-comienzo a observar el parque vacio que me rodea- La puesta de sol.
Niall se agacha quedando a la altura de mis ojos.
-Cielo, tienes una lágrima aquí.-pasa su pulgar por mi mejilla.
No me había dado cuenta de que se me habían resbalado unas cuantas hasta que me lo ha dicho.
-Es que, ¿Sabías que si miras al sol fijamente tus ojos lloran?-le pregunto animada.
Niall sonríe.
-El sol queda a tu espalda.-señala atrás de mí.
-Ya, -me acerco a él. Quedando casi con los labios pegados- pero tú eres mi sol. No te olvides de eso.
Le beso.


[Narra Andrea]
Cojo la silla y la coloco sobre la mesa. Vamos a cerrar el bar por hoy, Rocío barre mientras Cristi coloca los vasos en la estantería.
Giro sobre mi misma y cojo de nuevo otra silla y la coloco sobre la mesa.
Procuro no mirar hacia el escenario, donde Louis está colocando todos los cables en su sitio. Me acerco a la barra y me siento en las sillas.
-Esta noche no me vais a oír.-susurro mientras me dejo caer sobre mis brazos.
-¿No vas a hablar? –pregunta incrédula Cristi.
Le sonrío de manera burlona.
-Creo que ni siquiera cenaré. Me voy a acostar en cuanto llegue.
Escucho como Cristi se ríe.
El sonido de los vasos es irregular. Cristi tarda en poner algunos más que otros, y ese mismo sonido, me relaja. Cierro los ojos sobre mis brazos, sin intenciones de quedarme dormida.
Noto unas manos a mi espalda, acariciándome suavemente. Cuando alzo la vista, coloco un mechón de pelo tras mi oreja, y miro hacia mi espalda.
-Perdón. -Louis aparta la mano, como si de repente mi piel le quemara.
-No pasa nada.-le sonrío tímidamente y comienzo a colocarme derecha.
El me devuelve la sonrisa, va a decirme algo cuando Zayn comienza a hablar.
-Bueno, ¿Chicas os acercamos a casa? –Mira el reloj detenidamente- Es tarde.
-Si.-canta Rocío mientras se acerca con la escoba y el recogedor en mano.
Terminamos de recoger y nos montamos en la furgoneta, recuerdo la noche en la que no cabíamos en los dos coches y me alegro de que los vendieran y compraran esta gran furgoneta.
-Anda no.-se lamenta Liam cuando ya hemos arrancado.
-¿Qué pasa? –le pregunta Harry al volante- ¿Se te olvido algo?
-No.-chasquea la lengua- Tenía que ir a casa de mi hermana mientras ella está de vacaciones.
-¿Para? –pregunta Louis a mi derecha.
-El gato. Tengo que darle de comer y  se me olvido.
-¿Dónde está su casa?-pregunta Zayn mientras observa la noche por la ventana.
-Cerca.-Liam mira hacia atrás- A un kilometro de aquí.
-¿Chicas os importa si vamos? –pregunta Harry mientras veo sus ojos claros por el retrovisor.
Miro a las chicas. Rocío está apoyada en Dylan mientras duerme. Cristi tiene la cabeza apoyada en el marco de la puerta del coche. Por lo que respondo por ellas.
-No, id si queréis.
Harry no pone la radio por lo que es como querer que me caiga rendida antes. Miro a Louis a mi lado.
Tiene una barba de tres días pero, es suficiente para notar su mandíbula. Sus ojos miran al frente y su chaqueta vaquera parece calentita.
Gira la cabeza, quedando sus ojos sobre los míos. Pero, solo me sonríe.
Poco tiempo después alguien pide que pongan música en la radio. Suena una canción antigua y lentamente me apoyo en el hombro de Louis y me quedo dormida allí.

[Narra Cristina]
Me rio por lo bajo mientras veo como intentan despertar a Andrea. La pobre debe de estar agotada, Louis la coge en brazos con facilidad y, detrás de Rocío, comienzan a subir. En cuanto voy a entrar en la casa, escucho a Zayn.
-¿Ni un buenas noches?
Me giro. Esta sonriente, en la casapuerta.
-Buenas noches.-repito.
Comienzo a andar hacia la escalera.
-¿Qué te pasa? ¿Si no soy calvo y mi nombre es Max, no me haces caso?
Me doy la vuelta extrañada. En mi pecho nace un sentimiento esperanzador sobre sus sentimientos, pero dura poco porque recuerdo a Max y, no entiendo que tiene en su contra.
-¿Pero qué dices Zayn?-intento decir lo más amable que puedo- Si nos ponemos así, ¿Qué te pasa a ti? –Zayn alza una ceja- ¿Si no es navidad y no escondes un muérdago tras la espalda no me besas?
No espero su respuesta.
-Pues relájate.-comienzo a subir con más energía de la debida las escaleras.
Llego arriba y pillo a Louis cerrando la puerta.
-Casi.-dice mientras la empuja, dejando ver que está abierta- Buenas noches Cristi.
-Hasta mañana.-digo cantarina.

Entro en la casa, en silencio, y me voy hacia mi habitación.

domingo, 13 de octubre de 2013

Capitulo 34


Dylan acaricia por cuarta vez las cuerdas de la guitarra.
Nada.
A los chicos no se les ocurre nada.
Mayka, Laura y yo estamos detrás de la barra sacándole brillo a todos los vasos.

Los chicos, cansados alzan la vista y nos miran.
Nosotras, que estamos tarareando una canción de Miley, We Can’t Stop, por lo bajo. Nos quedamos calladas cuando Louis nos pregunta cansado.
-¿Se os ocurre algo galletitas?-pregunta divertido.
Me rio, pensé que el día que le contamos como nos hacíamos llamar no nos escucharían. Pero parece ser que no fue así.
-No se…-Laura se pone a pensar- ¡Eh, Macarena!
Mayka y yo nos apresuramos con lo que se dice luego, y comenzamos a reírnos.
-No, ahora en serio.-dice Mayka mientras coloca el vaso en la estantería.
Yo, sigo limpiando el mío.
Mayka pasea rápidamente sus ojos por mis manos y las de Laura.
Nosotras dos, nos miramos divertidas por lo que pueda decir.
-¡Ya lo tengo! –Pega un leve saltito y los chicos se inclinan hacia delante para escucharla- Your hand fits in mine like it’s made just for me.- nos coge las manos a Laura y a mí. Haciendo que dejemos los vasos en la barra.
Laura abre los ojos, como si la inspiración le hubiese llegado ya.
-But bear this in mind It was meant to be.-se acerca a Mayka de forma dramática.
Las tres nos reímos.
Ambas me miran expectantes de que siga con la extraña estrofa, pero nada se me viene a mente. Les sonrío de forma que enseño todos mis dientes.
-No se me viene nada.-me rasco la nuca.
-Venga, pero si estudias bellas artes, tienes la inspiración en las venas.
-Pues en estos momentos, os habré pasado la inspiración al tocaros las manos.-comienzo a reírme por la tontería que he dicho.
Ambas me siguen. Mayka vuelve a abrir los ojos igual que antes.
-And I’m joining up the dots with the freckles on your cheeks.- Mayka me suelta la mano y me da toquecitos leves por la cara, señalando mis pecosas mejillas.
Me rio mientras intento no ponerme colorada.
-And it all makes sense to me.- acaba Laura con tono dramático.
Las tres nos reímos, por cómo les ha quedado a las dos esa estrofa. Suena irrealista, pero será una buena anécdota para contarles a las chicas.
-Lo sentimos, pero el resto lo escribís vosotros.-dice Laura mientras vuelve a coger su vaso.
Los chicos se ríen. No sé si les habremos ayudado en algo, pero le hemos debido de dar una pizca de inspiración ya que, empiezan a hacer anotaciones en su cuaderno de canciones y comienzan a crear una melodía.
***
[Narra Mayka]
Entro en la cocina para enjabonar todos los platos y poder acabar ya con el día agotador en el que estamos. Hoy ha sido un día muy duro.
En la universidad, he tenido que examinar a un cadáver de pájaro. Y, a estas alturas, aun me pregunto cómo puedo valer para veterinaria.  Por la tarde, hemos ayudado a la inspiración de los chicos diciendo un par de tontas rimas, lo malo fue lo que le siguió después. Muchísimas personas, comiendo, bebiendo, riendo y escuchando a los chicos.
Según las chicas Lou dice que estamos en números rojos y, según mi vista, no lo entiendo.
Dejo los platos, sin apenas cuidado en la encimera más cercana al fregadero. El cajón donde se encuentran los platos pesaba lo suyo.
Me quito un par de mechones, entre castaños y rubios, de mi vista. Me coloco las pulseras de manera que se mojen lo menos posible.
Abro el grifo del agua fría y cojo el primer plato.
Al cabo de unos tres platos, las manos me duelen del frio. Muevo la rueda del grifo hacia el lado caliente. Y sigo lavando.
-¿Te ayudo? –me pregunta alguien a mi espalda.
Suelto el plato en el fregadero sin cuidado y coloco mis manos sobre mis ojos.
-¡Liam!
-¿Qué? ¿No quieres?
Me quedo callada. Le miro, y bajo poco a poco mi mano de los ojos.
-Si por favor.-me vuelvo a dar la vuelta.
Y como la otra vez, tarareando comenzamos a lavar los platos.
Uno de los pocos vasos que había se resbala hacia el suelo. Liam, se queda paralizado.
-Te juro que yo no he sido.-le miro. Tiene las manos con la forma del vaso- ¡Han sido mis manos! –las coloca frente a él.
Comienzo a reírme, y me agacho a recoger los trozos.
-Cuidado, te cortaras.-se agacha y coge un trozo de cristal.
-Lo dudo. No es la primera vez que recojo un vaso así.
-¡Ay! -dice mientras tira el pequeño trozo al suelo- ¡Se me quedo ahí! –Señala riéndose su dedo- Que guay.
Le coloco mis manos, sobre las suyas, teniendo cuidado con el trozo de cristal “incrustado” en su yema del dedo. Le hago subir lentamente, y apenas le he dicho algo cuando ya estoy junto al fregadero quitándole el trozo del dedo manchado de sangre.
Mis dedos tienen las yemas rojas, pero no es comparable para como tiene la mano Liam. En cuanto tiro el cristal al fregadero, alzo la vista para ver si a Liam le ha dolido o no.
Me encuentro con su mirada junto a mis ojos, su cara a pocos centímetros de la mía, y con el tiempo ralentizado.
-¿Te dolió?-le pregunto sin apartarme ni un milímetro de su cara.
Es raro. Nunca me he comportado de manera “coqueteante” con Liam, ni siquiera si hubiera podido. Me da demasiada vergüenza. Pero siempre me he sentido avergonzada y nerviosa cuando estaba cerca de él. Me es imposible controlar mis nervios cuando estoy junto a él, por mucho que sepa que a él solo le intereso como amiga.
-No. Eres una genial veterinaria.
-Pero si eres una persona tonto.-le sonrío.
-Recuerda que soy medio murciélago.-alza una de sus cejas.
Ambos nos reímos, y en unos segundos nos quedamos callados y observándonos. Liam comienza a acercarse a mí lentamente. Considero la opción de besarle pero le esquivo y le beso la mejilla.
-Terminemos de lavar esto.
Suspira levemente y, muy pegado a mí, seguimos lavando los platos.

[Narra Cristina]
Niall ha insistido en acompañarnos hasta casa. Dylan le acompaña, por supuesto, ambos vienen por sus respectivas novias que fueron a verles actuar.
Cuando llegamos a casa no puedo evitar quedarme observando a Niall y a Silvia besarse. Se abrazan luego de besarse y se quedan mirándose a los ojos. Ambos azulados.
Dylan y Rocío son más apasionados que estos dos. Se abrazan y besan todas las veces necesarias para demostrarse su amor.
Al final, veo necesario irme a la cocina para quitarme de encima toda la dulzura que los tortolitos esparcieron.
Laura esta con un helado de chocolate en las manos, acompañada de Andrea, que aun lleva las manos pintadas de bolígrafo.
-¿Taylor seguía por allí? –le pregunta Andrea después de haber saboreado el helado.
-Si.-le contesta Laura desganada.
-¿Quién estaba donde? –pregunto mientras me dirijo a por un vaso de agua.
-Taylor.-me responde Andrea como si ambas supieran que las he escuchado.
-¡Ah! Esa...-digo como si nada- Tuve que llevarle la bebida. Si te interesa el dato, -me doy la vuelta, apoyándome en la encimera-  su Coca-Cola Light llevaba un poco mas de agua de la permitida.-me miran raro- Es que Liam comenzó a echarme agua y estoy segura de que le aguó su bebida.
-Bueno, puede que me consuele un poco saber que esta noche ira más al baño.
Todas comenzamos a reírnos.
Mientras escuchamos un fuerte portazo.
-¿Qué vamos a comer? –pregunto después de beber agua.
Silvia entra saltarina en la cocina, da una vuelta sobre sí misma y acaba con una pose.
-¿Qué te pasa? –pregunta Laura mientras coge una cucharada de helado.
-Niall me ha pedido una cita. Y, como recompensa, vamos a cenar unos bocadillos especiales.
Saca de la nevera queso, jamón york y manteca.
-Bueno, -Andrea se levanta- yo voy a ducharme.-estira sus brazos hacia el techo.
Comienza a andar hacia el baño. Desde la cocina se escucha la televisión. Dejo el vaso en el fregadero y me siento junto a Laura.
-¿Me vais a ayudar? –nos pregunta Silvia mientras saca una sartén del cajón.
Laura y yo nos miramos, nos quedamos mirándonos unos segundos, acabamos riéndonos y poniéndonos los delantales. Cuando la sartén ya se ha calentado Silvia echa un poco de aceite.
Mayka y Rocío se acercan.
-¿Qué hacéis? –pregunta Rocío mientras mira por encima del hombro de Laura.
-Unos sándwiches de jamón y queso.-responde Silvia cantarina.
-¡Os ayudamos! –dice Mayka mientras nos acompaña a Laura y a mí a cortar el pan.
Cantando y cantando, todas acabamos en la cocina ayudando a Silvia, que es la que realmente sabe lo que hace. Andrea y Rocío ponen la mesa mientras que Laura y Silvia controlan las sartenes y Mayka y yo sacamos las patatas.
Cuando los bocadillos están listos comenzamos a cenar.

Más tarde, suena el teléfono... 

sábado, 5 de octubre de 2013

Capitulo 33


Lou ha venido hoy al Santuario antes de que empiecen a llegar los clientes, más o menos a la misma hora de siempre.
Vino con Lux y con su carrito de color rosa pastel.
En cuanto llego nos echó la bronca y nos ordeno ponernos las pilas. Niall, Harry y Louis fueron a comprar unas bebidas que nos faltaban, Dylan y Silvia fueron a recoger los nuevos manteles que encargaron para la tienda, Liam y Laura se han acercado a la ferretería que se encuentra tres calles a nuestra derecha, ya que, un tubo del baño de caballeros amenaza con caerse.
Para mi sorpresa, Zayn y yo somos los encargados de limpiar el bar. Mientras Lou está en la cocina preparando los fuegos y el Menú del Día. Yo, barro el suelo, mientras que Zayn quita el polvo de los cuadros.
Paso con un poco mas de energía la escoba entre las patas de la mesa, y cuidadosamente, intento colocar toda la suciedad en el recogedor. Aunque siempre queda esa fina rayita.
Lux, que se encuentra a mi derecha, emite un leve grito. La miro y le sonrío. Me hace gracia su mono de Bob Esponja.

Me vuelvo hacia ella, alza los brazos y los pies hacia mí mientras se ríe.
-Ya tienes que estar aburrida para fijarte en mi, pequeña.-le susurro mientras le doy un toquecito en la nariz.
Escucho un tubo de metal caer en la mesa. Zayn, un poco más sudoroso de lo normal, se sienta en la mesa.
-¿Por qué? –Pregunta divertido- Que yo sepa no eres ningún aburrimiento.-me sonríe amablemente.
Me veo incapaz de devolverle la sonrisa, saco el móvil de mi chaqueta y se lo entrego a Lux.
-¿Qué pasa?-me pregunta.
-No, nada.-alzo las ceja mientras me voy un poco más lejos.
-¿Es por…?
Deja la pregunta en el aire, cuando le miro, noto a que se refiere.
-¿Por Karen? No.-hago una mueca- Toda chica sabe que después de un beso toca que el chico vuelva con su novia.
-No fue eso…
-¿A  no?-le corto- Pues si no lo fue explícamelo, porque…-no me veo capaz de seguir. Me acerco a Lux y le quito el móvil, ya baboseado.
-¿Porque qué?
Zayn vuelve a mirarme como lo hizo aquel día en la fría casapuerta. Me envuelve con sus ojos y me siento en la silla más cercana a él.
-Me rompiste el corazón.-le explico de manera casi inaudible.
Le miro y noto como le afecta mi mirada.
-¿Pero cómo? Si no llegamos a salir ni nada.
-Lo sé.-digo después de haber tartamudeado- Solo fue que me hice ilusiones por la manera en la que actuaste.
Poso mi mirada en Lux, tan tranquila observándonos desde su asiento.
Nos quedamos en silencio unos segundos, hasta que me acuerdo de Crepúsculo.
-Te consideraba…-cierro los ojos para no ver su reacción- considero mi Edward, Zayn. Eres el primero con el que me he sentido así.-los abro, y ahí está sus ojos. Expectantes- Pero creo que esta cutre Bella de aquí, -me rio- se quedara con Jacob.
Le acaricio la mejilla a Lux, y con los ojos abiertos emite un sonido divertido. Le sonrío.
La puerta suena.
-¡Manteles listos! –canta Dylan.
-Este Edward, seguirá luchando por Bella hasta que el final sea como en Amanecer.-me asegura Zayn mientras se levanta y se acerca a por la bolsa de los manteles que trae Dylan.
Las mariposas, coloridas y alegres, vuelven a mi cuerpo. Y, con una inmensa sonrisa, que procuro disimular cuando Zayn me mira, sigo barriendo el local.
***
Harry corre detrás de Laura con la escoba en mano. Me recuerda a la atracción del trenecito de la feria donde te dan escobazos. Solo que, como Harry le dé muy fuerte, Laura se la va a devolver.
-Chicos acercaros.-pide Lou mientras se coloca en una mesa con una libreta- Silvia, ¿puedes coger a Lux en brazos?
-Claro.-Silvia se separa de Niall y veo como, con cuidado, coge a la sonriente niña.
Poco a poco, nos acercamos a la mesa, la única que se sienta es Lou que parece estar haciendo cuentas o algo.
-Chicos, ¿desde cuándo no componéis una canción? –pregunta como si nada.
Pero su voz suena como si fuera una mezcla entre preocupación y exigencia.
-Desde el mes pasado.-responde Liam como si fuera lo más normal.
Lou anota algo en el cuaderno. Las miradas de los chicos se pasean por todo el bar, esquivando la de Lou.
-Tom cree que podríamos hacer más caja este mes si componéis algo nuevo. Últimamente las versiones y las pocas canciones que tenéis no son suficientes para el bar. Y. como veis, -nos enseña el cuaderno- hay más números rojos que verdes.
Y así es, numerosas marcas rojas acompañadas por apuntes llenan la página.
-¿Y que es lo verde que se ve al fondo? –le pregunto un poco asustada por si no debería de haberlo hecho.
-La fiesta.-responde como si se lo hubiéramos preguntado todos.
Pasea su mirada por todos nosotros, baja el cuaderno y comienza a leer una de las anotaciones.
-La fiesta fue un buen acontecimiento. Acudieron muchísimas personas y eso nos ayudo a pasar de año con buen pie. Pero, después, no se han acercado muchas personas desde entonces.
-Pero Lou, -habla Laura cuando termina- muchos de los clientes a lo mejor seguían con las celebraciones navideñas.
-Por eso mismo Laura, quiero que el bar se haga más popular. Que venga mas gente de la que viene, y disfrute de vuestra música.-ahora solo los mira a ellos- Chicos, sois buenos, y la gente debe escuchar a…-se queda pensativa- ¿Cómo os llamabais?-se ríe.
Sonrío. Con todo lo del embarazo y, por lo que parece, los números rojos no se llegó a enterar del nombre.
-One Direction.-responden solo los chicos.
Parecen decepcionados. Al menos, ese es el aire que me llega. Están con la cabeza gacha y apenas miran a Lou. ¿Les estará pidiendo mucho y no lo verían venir? O a lo mejor, creían que el bar iba bien, ¿no?
Ni idea.
Harry resopla.
-¿Y de que podemos escribir la canción? –pregunta Niall mientras se apoya en la mesa.
No lo hace con aire enfadado, ni siquiera amenazador, solo con aire cansado.
-No lo sé chicos.-responde Lou.
Nos mira a nosotras, Silvia está jugando con Lux mientras que Laura pone caras para divertirla, me doy cuenta de que soy la única que no está con la bebe, y al ver la cara que pone Lou, me vuelvo hacia ellas y comienzo a acariciarle la espalda. Me rio, por lo poco discreta que he sido.
-Chicas, ¿mañana quienes venís? –nos pregunta Lou.
Me doy la vuelta, y sonrío al saber que a mí no me toca. Tengo que estudiar para un examen sobre…
-A  Silvia, Mayka y Laura.-responde Liam.
-Pero yo no puedo venir.-se escusa Silvia- Tenemos que ensayar para un examen donde bailamos para cuatro jueces.-Silvia pone una mueca de me da miedo que hace que comience a reírme- Pero puedo pedirle a Andrea que venga.
-¿Andrea no estaba con el examen que venía después del trabajo del otro día? –pregunta Laura.
Miro a las dos chicas.
-Sí, creo que así es.-respondo mientras coloco un mechón de pelo tras mi oreja.
Recuerdo como hoy, nada más llegar a casa, comió como si le fueran a dar un premio y comenzó a sacar apuntes extraños de su maleta. Lo de extraño va porque no entendí nada de esos números.
-Pues, pídeselo a Rocío.-propone Laura mientras se sienta.
Es la primera en hacerlo, da dos palmaditas suaves en dirección a Lux, Silvia deja que la pequeña estire sus brazos y llegue a los de Laura. Lux me encanta, aun no la he visto llorar, siempre está con una sonrisa en esa carita, y entre eso y sus grandes ojos, te contagia la alegría.
-No puede.-dice Dylan- Estos días en Pineapple se están haciendo las pruebas para la orquesta de la graduación. Y la mayoría nos tenemos que presentar.
-Entonces, ¿mañana tu tampoco vienes? –pregunta Louis pensativo.
-No. Va por años.-contesta Niall.
-Así es. Nosotros estamos en tercero, nos toca el viernes.
Un suspiro de alivio recorre a Lou.
Comienzo a mirar las mesas, en unos minutos el local abrirá. Están limpias. ¿Las luces? Las miro. Sí, todas encendidas. ¿La puerta?...
-Pues Cristi, mañana te volvemos a ver.-dice Dylan mientras me pasa un brazo por los hombros.
-¿Qué? –susurro por lo bajo mientras intento poner una mueca.
Esa mueca, no me llega a salir.
-Que mañana te toco cubrir a Silvia.-me comunica Dylan riéndose.
Le echo una “mirada malévola” a Silvia, más bien es la típica mirada de vaquero a vaquero. Le hablo a Dylan mirando a Silvia, esta se está divirtiendo.
-Sí, si cubrir la voy a cubrir. Pero con una manta.-digo riéndome.
Nos despedimos de Lou y Lux. 
***
El bar abre sus puertas.
Y yo, mientras en la cocina ayudo a Liam ha fregar los platos, comienzo a pensar como puedo hacer para estudiar para el examen…
-¡Tonto! –le digo a Liam que me echa agua- A que te hecho.
-¡Uh, que miedo!
Coloco las palmas juntas y le echo todo el agua acumulada a Liam. Este me responde con un escupitajo de agua.
-Las bebidas.-le digo riéndome.
-Lo siento, es que en la cocina soy peligroso.-alza una ceja.
Comienzo a reírme mientras me intento sacudir el poco agua que queda en mi cara. Cojo la bandeja.
-Bueno, comencemos a trabajar.-Liam se ríe mientras me coloca la ultima bebida en la bandeja.
Salgo de la cocina y caigo en la cuenta de que las bebidas que llevo son para Karen y sus amigas.
En cuanto las veo me quedo un poco paralizada, pero me hago la fuerte e intento entregárselas sin que ninguna me hable.
Pasando lo mas desapercibida posible.


miércoles, 2 de octubre de 2013

Capitulo 32


[Narra Mayka]
-Pasame el plato.-canto al ritmo de Change is gonna come de Olly Murs.

Laura me lo entrega con cuidado mientras comienza a enjuagar otro.
Seguimos cantando. Laura me echa agua mientras yo le doy con el trapo para que no me eche gel de lavar los platos encima.
Escuchamos los aplausos que nos dejan claro que los chicos acaban de acabar de cantar.
-¿Quién pide una hamburguesa y deja las patatas? –Dice Laura imitando a un pija- O sea, es como pedir estofado al…-se queda pensado unos segundos- ¡Pato! Y no comérselo…O sea, un crimen.
Ambas nos reímos.
Alguien entra a nuestra espalda y deja una bandeja a nuestro lado, Andrea.
-Hoy hay demasiada gente.-se pasa su antebrazo por la frente- No puedo más de verdad.
Le vamos a contestar pero Liam entra en la cocina.
-Laura, Andrea o Mayka, ¿podríais ayudarnos a recoger un –traga saliva- vomito que han soltado?
Nos miramos entre nosotras. Entre miradas divertidas y desafiantes nos la rifamos a piedra papel o tijeras. Sale Laura.
Liam se ríe ante el resultado y le señala el cubo con la fregona que se encuentra en una esquina de la cocina.
-¡Pero tengo que ayudar a Mayka con los platos! –pone de escusa.
Liam se ríe.
-Da igual. Te iba a ayudar yo pero, viendo que no me quieres ni ver, -dice Liam guiñándole un ojo- que vaya Andrea.
Esta da un respingo.
-¡Oh no! –Andrea anda hacia atrás.
-Pues yo ayudo a Mayka, -dice Liam alejándose del cubo- os tocó.
Entre quejas las dos se alejan del fregadero, aunque por alguna extraña razón, encuentro raro que no hayan intentado quedarse aquí conmigo y hayan dejado a Liam salirse con la suya tan pronto.
Este se acerca. Y coge un plato mientras yo termino de secar otro.
-¿Qué canción cantamos? –le pregunto sin ánimos de cambiar los hábitos que tengo con las chicas de cantar mientras hacemos las tareas.
-No se.-se encoge de hombros- ¿Cuál te apetece? –me sonríe tímidamente.
Me quedo pensando unos segundos. Por alguna extraña razón me acuerdo de Iron Man, este me recuerda que AC/DC suena en todas sus pelis, estos me recuerdan a un chico de mi clase que los amaba. El chico a mi clase, y mi clase a todas las chicas que amaban a Justin Bieber.
-¿Smile de Justin?
Liam alza una ceja mientras sus comisuras de los labios se curvan hacia arriba.
-No me la sé.
-¡Es fácil! –Le digo mientras suelto el plato- No te rías en.- Alzo mi dedo índice para quedar mas “amenazadora” mientras le sonrío. Y, avergonzada, comienzo a cantar.

Intento pronunciar lo mejor que puedo pero paro al ver que no le suena. Los dos comenzamos a reírnos.
-¿Cuál propones tu listo? –cojo el plato y comienzo a secarlo.
Nuestros hombros se tocan, por lo que Liam aprovecha y me da un toquecito con el brazo.
-¿Qué tal una de McFly? Escuche que os gustan.-alza una ceja de manera divertida.
Y mientras me río, acepto cantar una de ellos.

[Narra Cristina]
-¿Por qué no podemos coger el autobús? –pregunto mientras meto mis manos en los bolsillos.
Es temprano y vamos andando hacia la universidad, ya que, aunque todo sigue nevado, el cielo esta azul, bueno, rosa, naranja o amarillo. Más bien, tiene el típico color del nuevo día.
-Porque hay que moverse.-dice Rocío mientras comienza a saltar y a mover los brazos.
Cerca de ella, hay una especie de charco congelado, lo pisa y se cae de espaldas hacia un montón bien grande de nieve.
Todas nos reímos.
-¿Si? –dice Rocío de mala gana.
Coge un montón de nieve y nos la tira.
Laura y Mayka se acercan a un montón cercano y se apuntan a tirar la nieve hacia nosotras. Las demás, solo nos podemos poner se espaldas mientras nos las tiran. Una bola, bien grande, da en un coche cercano, y salta la alarma.

Esta suena por toda la calle silenciosa, nos quedamos quietas mientras miramos el coche parpadear. Con los ojos igual que platos nos miramos. No decimos nada, en estos casos nos entendemos bastante bien y salimos corriendo como viejitas, ya que el suelo resbala.
Entre las risas y los esfuerzos por correr calles y calles, me lo paso bien.
Cuando llegamos a la academia Pineapple y Silvia y Rocío entran, rojas y cansadas, seguimos andando más tranquila.
-Hoy llegaré un poco mas tarde a casa.-dice Andrea mientras mira el suelo.
-¿Y eso? –pregunto mientras intento respirar sin que me duela la nariz.
-Tenemos que hacer un trabajo sobre una placa base y hemos quedado en la biblioteca.
-¿Con Andy también? –pregunta Laura con una sonrisa picarona.
-Si.-dice, un poco avergonzada, Andrea.
Seguimos andando, cuando estamos a un paso de cebra de llegar a la entrada, mi pie derecho se resbala en la pequeña cuesta, y si no llega a ser porque las chicas me aguantan, me hubiera caído delante de la furgoneta que nos deja paso.
Con los ojos aun abiertos por el susto del traspié, miro hacia la furgoneta desde donde se escuchan carcajadas bien sonoras.
Harry, al volante, se ríe mientras que Liam a su lado me señala estilo Nelson de los Simpsons. Atrás Niall nos saluda de manera inocente, Dylan nos mira extrañado y Louis se asoma a la ventana, como un perrito.
-¡Hola chicas! –nos saluda alegre cuando llegamos al otro lado.
Todas le saludamos mientras la furgoneta sigue hacia delante para encontrar aparcamiento.

[Narra Andrea]
-Nombres.-pide Alice, mi compañera.
Esta con el ordenador y, mientras le digo mi nombre, comienzo a recoger.
-¿Quieres que te acompañe a tu casa?-me pregunta Andy educadamente.
Le miro sus ojos azules y su tez clara, su pelo oscuro lo tiene un poco despeinado debido al viento que hace esta tarde.
-Claro.
No me molesto en decirle nada más y, después de despedirme de los demás, salimos a la calle.
El frio me pega en toda la cara y, como si no tuviera el abrigo puesto, me entra un escalofrío. Andy comienza a hablar y yo, intento escucharle.
He estado meses esperando estar a solas con él. No para decirle nada, sino por el simple hecho de disfrutar de su compañía. Pero en estos momentos no la disfruto, y no lo comprendo.
Veo pasar a una pareja anciana por la calle en la que Louis comenzó a bailar con esa señora, escondiéndome bajo la bufanda, sonrío.
-¿A que es gracioso? –Dice Andy mientras él también se ríe- Ese club de baile es lo mas, te ponen las mejores canciones tecno del mundo.
-¿Te gusta la música tecno? –le miro por encima de la bufanda.
-Sí, ¿y a ti?
Suspiro, podría mentirle, decirle que si, y tener más tema de conversación. Pero, ¿Qué conversación? Si apenas conozco a artistas de ese estilo.
-No.-le sonrío- Soy más de la música pop y cosas así.-asiento mientras miro para delante.
Andy suspira, y se queda callado.
Vamos andando por una calle en donde se encuentran unos chicos disfrazados de superhéroes en la entrada de una tienda de tebeos estilo Big Bang.

-Qué pena.-oigo susurrar a Andy.
-¿No te gustan los superhéroes? –le pregunto mientras observo a las personas disfrazadas.
Sin duda, se divierten.
-No. Los superhéroes son para niños pequeños, no entiendo como personas ya, sumamente adultas, pueden ir por la calle disfrazados de Batman, Spiderman o Hulk.
Me acuerdo de los chicos. Ellos se vistieron de superhéroes para Halloween, y me entra asco.
-Pues, a mi me gustan, es más, tengo amigos y amigas a los que les encantan los superhéroes, y no les considero menos maduros porque sepan divertirse. –Le miro- Sí, puede que sea raro. Pero, mientras tú te diviertes de fiesta y moviendo tu cuerpo, hay personas que se divierten de manera más sana. Como riéndose y teniendo la imaginación de divertirse de ese modo.-señalo a los amigos a los que ya hemos dejado atrás.
-Creo que debo de irme.-dice mientras mira el reloj- Se me hizo tarde.
-¿Ya? –Pregunto extrañada- Pero si son solo las siete menos cinco.
-Ya.-se da la vuelta- Adiós.
Cuando comienza a andar me quedo parada.
¿Pero este tío es tonto?
No entiendo a que ha venido eso, ¿Ha sido por lo de los superhéroes?
Me rio y comienzo a andar.
Si ha sido por eso, prefiero que se haya ido. Hay que ser imbécil para no conocer a alguien porque le guste algo que a ti no. Aunque, ya eran demasiadas cosas que no teníamos en común, la música tecno una de ellas.
Aunque siempre he pensado que los polos opuestos se atraen este era más que polo opuesto, algo de otro mundo.
Sigo andando por la calle.
Hay muchas personas andando. Algunas paseando con parejas, agarradas de la mano y hablando de temas a los que a ambos les interesa. Luego niños, corriendo con juguetes en medio de un parque. Hay adolescentes que van en grupos y con el móvil en las manos. Cuando paso a su lado, me entran ganas de quitarles el móvil.
Nosotras nunca fuimos así por la calle, y menos cuando estábamos juntas.
Si en nuestra casa nevara en invierno, seguramente la liaríamos al estilo de Hora de Aventuras con la nieve. Aunque cualquiera sabe como hubiéramos actuado ya que no suele nevar.
Veo a Louis y a Zayn salir del supermercado acompañados con bolsas, comienzo a correr hasta que llego a ellos.
Esquivo a personas, y cuando llego a la espalda de los dos, calculo cual se enfadara mas si me echo a su espalda.
Me tiro detrás de Louis.
-¡No me robes! ¡No me robes!-grita asustado.
Noto como Zayn se vuelve alarmado. Comienzo a reírme mientras casi me choco con la cabeza a de Louis.
-Dame tus gominolas.-le exijo mientras pongo voz de camionero.

[Narra Cristina]
No puedo más.
Hoy apenas me he movido pero mentalmente estoy como si acabara de correr el maratón de Nueva York.
Tener esa cita ayer con Max, al final, no me ayudó.
Pensaba que sería como quedar con un amigo y que podría hablar con él. Pero, todo el tiempo, estuve dividida en dos.
Algunas veces me acordaba de Zayn y el corazón se me encogía. Y otras, Max era tan encantador con sus bromas que, le llegué a ver su encanto.
Creo que Max no llegara a gustarme como Zayn pero, ¿se puede querer a alguien de una manera diferente? Sé que cada amor es igual y distinto a su manera pero, ¿una misma persona puede “apreciar” a dos personas de manera diferente?
Mi cabeza es un puzzle inacabable, es decir, es el típico puzzle que después de semanas, acabas y te das cuenta de que te falta una pieza que no encontraras hasta dentro de años o, simplemente, la perdiste para siempre.
Vuelvo a cambiar de canal.
Estoy sentada con Rocío y Mayka, en el sofá. Laura, en su cuarto, estudia para un examen y Silvia, se fue a correr, como todas las tardes, unos minutos.
No encuentro nada que me agrade por lo que, con esfuerzo ya que no tenía ganas de levantarme, pongo la última película que alquilamos.
Las ventajas de ser un marginado.
Las demás, agotadas, ven la película sin rechistar.

[Narra Andrea]
-¡Louis no!-le digo mientras le doy un tirón de brazos.
Les acabo de contar de donde vengo, lo que ha pasado con Andy y su opinión hacia los superhéroes. Claro está, me he saltado las partes en las que me acorde de Louis.
-Si Andrea,-vuelve a decir- nadie en su sano juicio deja tirada a una chica por sus tan diferentes gustos.
-Pues él sí.
-Pues yo no.-dicen ambos al unisono.
Les miro. Louis me mira como intentando comprender mis pensamientos, Zayn, se limita a bajar y subir la cabeza. A veces observa el asfalto, otras las estrellas.
-No vayas a decirle nada Louis, por favor te lo pido.-le miro y le doy con una de las bolsas  que me dio en la pierna.
-Vale. ¡Hazlo tu Zayn! –dice después de unos segundos.
Le sonrío y Louis me devuelve la sonrisa.
Me quedo callada. Por alguna extraña razón me siento nerviosa, y con ganas de tener una sonrisa en la boca sin tener un porqué. Louis me anima mucho, dice que no debo salir más con tíos así, que valgo más.
Pero por más que pienso en mis compañeros, Louis siempre evita que encuentre uno adecuado.
Hay muchos que podrían ser perfectos, pero ninguno se llama Louis y es mi amigo.
Me siento extraña. Hasta hace unas horas me gustaba Andy, y ahora, apenas me acuerdo de él y el que más ronda por mi cabeza es Louis. A lo mejor lo estoy utilizando para no acordarme de el odia superhéroes, ¿no?

Es mi única opción a pensar.